¿Adelantará la Reserva Federal una rebaja de la tasa referencial?

Hasta ahora, Benjamin Bernanke no ha dicho nada sobre tocar el tipo básico, hoy en 5,25% anual. Pero la sorpresiva rebaja del redescuento (un mes antes de reunirse el comité monetario) hace pensar al mercado que no aguardar el martes 18.

27 agosto, 2007

“Si el directorio de la RF no fuese tan remiso a debates serios, Bernanke no estaría tomando o sopesando decisiones adelantadas por cuenta propia”, decía este fin de semana un analista de Morgan Stanley. Algunos colegas suyos están seguros de que la rebaja de la tasa básica (a 5%, si no a 4,75% anual) ya está resuelta y tal se anuncie esta semana.

Por supuesto, esta escuela de pensamiento se vincula a Wall Street y a los bancos, que presionan por menores costos financieros pasa salir de aprietos o para mantener la “inflación” de indicadores bursátiles. Antes de rebajar el redescuento, la RF y otros grandes emisores inyectaron fondos frescos por cerca de US$ 500.000 millones entre 9 y 14 de agosto. Pero este tipo de acciones no es fácil de repetir sin caer en el “moral hazard”, o sea la sobrecobertura de entidades financieras –e inmobiliarias- en apuros debido a sus propios errores.

Durante lapsos turbulentos, por otra parte, les es difícil a los bancos centrales manejar tasas haciendo sintonía fina. Máxime si una parte del mercado sospecha que la RF ha estado inyectando en secreto fondos adicionales, desde el miércoles 15, sólo para mantener la “miniburbuja” en Wall Street y sacarles las papas del fuego a un pequeño grupo de bancas y firmas de valores y fondos de cobertura en problemas.

“Las políticas de Bernanke han cambiado, aunque aún no lo admita abiertamente. Queda por verse –apuntaba un análisis de la consultoría Bianco Research- si esto es coyuntural o permanece en el tiempo”. En el segundo caso, la RF “habrá cedido a los intereses del mercado especulativo sin previo debate interno”. Eso teme, William Poole, jefe de la RF de St.Louis, que se opone a todo recorte de tasas en aras de una “ortodoxia antinflacionaria” bastante endeble.

“Bernanke trata de ganar tiempo hasta ver en qué parará todo esto. Este juego se ha quedado sin reglas”, cree aquel analista de Morgan Stanley. Un desmentido a la posición de Poole, por parte de Michelle Smith -apenas una portavoz-, indica que las aguas se encrespan en el directorio. Si Poole planta bandera, la situación de Bernanke será poco grata y falta bastante para el 18 de septiembre.

“Si el directorio de la RF no fuese tan remiso a debates serios, Bernanke no estaría tomando o sopesando decisiones adelantadas por cuenta propia”, decía este fin de semana un analista de Morgan Stanley. Algunos colegas suyos están seguros de que la rebaja de la tasa básica (a 5%, si no a 4,75% anual) ya está resuelta y tal se anuncie esta semana.

Por supuesto, esta escuela de pensamiento se vincula a Wall Street y a los bancos, que presionan por menores costos financieros pasa salir de aprietos o para mantener la “inflación” de indicadores bursátiles. Antes de rebajar el redescuento, la RF y otros grandes emisores inyectaron fondos frescos por cerca de US$ 500.000 millones entre 9 y 14 de agosto. Pero este tipo de acciones no es fácil de repetir sin caer en el “moral hazard”, o sea la sobrecobertura de entidades financieras –e inmobiliarias- en apuros debido a sus propios errores.

Durante lapsos turbulentos, por otra parte, les es difícil a los bancos centrales manejar tasas haciendo sintonía fina. Máxime si una parte del mercado sospecha que la RF ha estado inyectando en secreto fondos adicionales, desde el miércoles 15, sólo para mantener la “miniburbuja” en Wall Street y sacarles las papas del fuego a un pequeño grupo de bancas y firmas de valores y fondos de cobertura en problemas.

“Las políticas de Bernanke han cambiado, aunque aún no lo admita abiertamente. Queda por verse –apuntaba un análisis de la consultoría Bianco Research- si esto es coyuntural o permanece en el tiempo”. En el segundo caso, la RF “habrá cedido a los intereses del mercado especulativo sin previo debate interno”. Eso teme, William Poole, jefe de la RF de St.Louis, que se opone a todo recorte de tasas en aras de una “ortodoxia antinflacionaria” bastante endeble.

“Bernanke trata de ganar tiempo hasta ver en qué parará todo esto. Este juego se ha quedado sin reglas”, cree aquel analista de Morgan Stanley. Un desmentido a la posición de Poole, por parte de Michelle Smith -apenas una portavoz-, indica que las aguas se encrespan en el directorio. Si Poole planta bandera, la situación de Bernanke será poco grata y falta bastante para el 18 de septiembre.

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