En Islandia los turistas son más que los nacionales

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Islandia es hermosa, pero su población es escasa y recibe demasiados turistas. Este es el mensaje que está enviando al mundo la helada isla del Atlántico Norte . La isla está tratando de absorber una cantidad inusitada de visitantes. El año pasado llegaron 1,26 millones de turistas, un número extraordinario para una nación con una población que apenass llega a 330.000 ciudadanos.

Parece que el número de turistas se multiplicó a partir del éxito de la serie Game of Thrones, cuyos fanáticos peregrinan a los lugares en que fue filmada. El famosa erupción en 2010 del volcán también ha convertido al lugar en atracción turística, un interés algo perverso si se recuerda que la erupción provocó la cancelación de 107.000 vuelos en toda Europa. Pero el dinero que deja el turismo le viene de perillas a una nación que desde la crisis financiera de 2008 viene superando problemas. De todas maneras el volumen de visitantes causa problemas. La pregunta que se hacen las autoridades es cómo pueden seguir recibiendo esa cantidad de turistas al mismo tiempo que aseguran que no los pasen por arriba.

En primer lugar no siempre tienen lugar para acomodarlos a todos. En enero de este año la agencia de viajes nórdica del país ya anunciaba que la capacidad hotelera estaba llena para todo el año. Eso afecta a los locales, que no tienen posibilidad de hacer turismo ellos mismos dentro del país.

La ciudad capital, Reykjavik, donde vive la mayoría de la población, está construyendo muchos hoteles nuevos pero está sufriendo los mismos problemas turísticos que afectan a tantas otras ciudades. Las cadenas hoteleras, concebidas para el turismo internacional, están desplazando muchos negocios locales de larga data en el centro de la ciudad y erosionando el atractivo tradicional, que fue lo que en primer lugar llevó muchos turistas. El número de habitaciones Airbnb se multiplicó 124% en un año y el carácter residencial de algunas ciudades se ve amenazado por los centros vacacionales que proliferan allí. Ahora hay 102 departamentos disponibles solamente en la calle principal de Reykjavik.

En el interior de la isla también hay problemas. Es una isla pelada, difícil, poco poblada y con pocas “amenities” disponibles. . Eso, en realidad, es gran parte de su atractivo. La idea de encontrarse con antiguos campos de lava, rabiosos saltos de agua y barrancos cubiertos de musgo casi para disfrutarlos en soledad. Pero la soledad ya no está: hay demasiada gente, pocos lugares donde estacionar y pocos baños. Hubo varios incidentes, por ejemplo con turistas apurados que convirtieron las tumbas de famosos poetas islandeses en improvisados baños.

La tierra y lugares hermosamente agrestes están siendo arruinados por demasiados caminantes.

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