En Francia, un pueblo dividido alrededor de un órgano

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Un curioso episodio en Cintegabelle, Francia, es recogido para el periódico británico The Observer por Jason Burke. El problema gira alrededor de quién tiene más derechos para nombrar al organista, si el pueblo o el párroco.

<p>Es una especie de resurrecci&oacute;n, aggiornada y en peque&ntilde;ito, de la vieja disputa de poder entre el Estado y el Clero. La iglesia del peque&ntilde;o pueblo de Cintegabelle, Francia, ostenta el privilegio de alojar uno de los cuatro &oacute;rganos m&aacute;s magn&iacute;ficos del pa&iacute;s. Fue consagrado en 1747, destruido durante la Revoluci&oacute;n Francesa y refaccionado con dinero de los contribuyentes locales, pero hoy se ha convertido en el centro de una batalla que enfrenta nuevo contra viejo, creyentes contra no creyentes y a la iglesia contra el estado. </p>
<p>'Es un caso en que la m&uacute;sica aparece totalmente supeditada a la decisi&oacute;n de un clero reaccionario,' dijo Eric Feller, el organista cuyo aparente nombramiento para la iglesia de Cintegabelle encendi&oacute; el debate. 'Hay una inquisici&oacute;n en nuestra profesi&oacute;n. Estamos ante un problema de libertad de conciencia.' </p>
<p>La controversia surgi&oacute; hace 18 meses cuando Feller decidi&oacute; postularse para llenar la vacante de organista en Cintegabelle como parte de un paquete de conciertos, cursos y otras actividades culturales en la iglesia. Sus credenciales musicales eran impecables: profesor en el prestigioso conservatorio de Par&iacute;s, con un disco grabado en el mismo &oacute;rgano de Cintegabelle donde aspiraba que lo nombren y un reciente concierto en la iglesia. Hasta era de la zona, pues naci&oacute; en Toulouse, a 50 kil&oacute;metros de all&iacute;. </p>
<p>Hasta ah&iacute;, Feller parec&iacute;a tener todas las credenciales necesarias para llenar la vacante. Su candidatura estaba respaldada por los Amigos de &quot;Cintegabelle Organ&quot;, un grupo del mimo pueblo que, todos los a&ntilde;os, organiza recitales en la iglesia. </p>
<p>Aunque al principio la mayor&iacute;a de los pobladores se mostraron entusiasmados, el plan pronto descarril&oacute; cuando el cura p&aacute;rroco, Alain Duphil, expuso sus objeciones. Para la congregaci&oacute;n, dijo, Feller – con su pelo largo y gusto por la m&uacute;sica moderna, no era ni de cerca el candidato ideal. 'No lo hemos visto una sola vez en misa,' dijo. 'Nuestro organista debe ser de la parroquia, uno de nosotros en todo el sentido de la palabra.'</p>
<p>Cuando Duphil decidi&oacute; ejercer su derecho a nombrar un candidato propio, un parroquiano local de 30 a&ntilde;os, las escaramuzas se convirtieron en guerra abierta. </p>
<p>Feller denunci&oacute; un golpe de estado religioso y el pueblo se dividi&oacute; en dos bandos: los que defienden a Feller y los que dicen que el cura tiene raz&oacute;n y que no se debe 'convertir a la iglesia en una sala de conciertos'. <br />
Se sum&oacute; entonces Emmanuel Schlublin, el nuevo organista, quien entre otras muchas cosas dijo lo siguiente: 'la persona que no es creyente toca diferente. No es que esto sea necesariamente un problema, pero toca diferente.'</p>
<p>Feller, y los cientos de personas que lo apoyan, responde que el &oacute;rgano parece haberse convertido en la propiedad privada de 15 personas, al menos una vez a la semana, para la misa. &iquest;En qu&eacute; otra profesi&oacute;n se le pregunta a alguien en qu&eacute; cree antes de permitirle trabajar?' dijo indignado al periodista brit&aacute;nico. </p>
<p>En juego est&aacute;n los principios legales que forman el coraz&oacute;n de la rep&uacute;blica francesa. Seg&uacute;n una ley de 1905, el Estado garantiza la libertad religiosa pero no interfiere en asuntos religiosos. Duphil sostiene que el &oacute;rgano, instalado en su actual sitio despu&eacute;s de que la abad&iacute;a donde habitaba originalmente fuera destruida durante la Revoluci&oacute;n Francesa, pertenece a la congregaci&oacute;n local. 'El &oacute;rgano es parte de la iglesia de Cintegabelle, y por lo tanto est&aacute; bajo la autoridad del p&aacute;rroco,' dijo.</p>
<p>Los partidarios de Feller en el pueblo dicen que la restauraci&oacute;n del instrumento, que cost&oacute; mucho dinero, fue pagada por los contribuyentes y por lo tanto el &oacute;rgano es propiedad del pueblo, que se lo presta a la iglesia'.</p>
<p>Las autoridades locales quieren ahora aplacar la disputa. Quienes se oponen a Feller dicen que quieren paz. &quot;Esto es un pueblo, tenemos que saludarnos todos los d&iacute;as, dice Duphil&quot;. </p>
<p>Feller ha prometido continuar la pelea. Mientras tanto, los fieles de Cintegabelle celebrar&aacute;n misa como siempre. Pero en las calles del pueblo todav&iacute;a resuenan los ecos de la disputa. </p>
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