El sector femenino toma 16% más vino local que los hombres. Además, en lo que se refiere a importados, el 53% de los bebedores son mujeres y 47% hombres.
En Argentina, el dato debiera ser especialmente tenido en cuenta, pues EE.UU. es el principal comprador de vino. Absorbe 30% de las exportaciones totales. Sin embargo, según varios analistas, estos indicadores no han sido explotados con suficiente inteligencia comercial por los principales actores del negocio en el país. Una campaña estratégica, un adecuado plan de marketing y buena promoción generarían aperturas en un área en plena expansión.
Además del sostenido incremento de consumo, en Estados Unidos se elevan cada año los volúmenes y los valores de importación. Entre 2001 y 2003, por ejemplo, el volumen importado se incrementó 16,4% y, en ese mismo período, hubo un alza de 14,3% en los valores (incluyendo cotos de seguro y fletes).
Pero ¿qué buscan las damas en el vino? Se trata de una cuestión de detalles. Al comprar, no perdonan que la presentación se haya hecho a la ligera. A diferencia de los hombres –que eligen tinto, rosado o blanco-, ellas valoran el conjunto, no sólo la bebida. Consideran la etiqueta, la forma de la botella, el sello y todos los detalles que ellos no suelen advertir.
Otro dato, llamativo al considerar la diferencia de consumo entre sexos, se refiere a la proporción de bebedores fuertes. En este segmento se agrupan quienes consumen vino al menos 10 veces por mes. Los resultados indican que 53% son mujeres. Naturalmente, en países de tradición vitivinícola –Italia, Francia, España, Argetina o Chile-, suele tomárselo casi diariamente.
El sector femenino toma 16% más vino local que los hombres. Además, en lo que se refiere a importados, el 53% de los bebedores son mujeres y 47% hombres.
En Argentina, el dato debiera ser especialmente tenido en cuenta, pues EE.UU. es el principal comprador de vino. Absorbe 30% de las exportaciones totales. Sin embargo, según varios analistas, estos indicadores no han sido explotados con suficiente inteligencia comercial por los principales actores del negocio en el país. Una campaña estratégica, un adecuado plan de marketing y buena promoción generarían aperturas en un área en plena expansión.
Además del sostenido incremento de consumo, en Estados Unidos se elevan cada año los volúmenes y los valores de importación. Entre 2001 y 2003, por ejemplo, el volumen importado se incrementó 16,4% y, en ese mismo período, hubo un alza de 14,3% en los valores (incluyendo cotos de seguro y fletes).
Pero ¿qué buscan las damas en el vino? Se trata de una cuestión de detalles. Al comprar, no perdonan que la presentación se haya hecho a la ligera. A diferencia de los hombres –que eligen tinto, rosado o blanco-, ellas valoran el conjunto, no sólo la bebida. Consideran la etiqueta, la forma de la botella, el sello y todos los detalles que ellos no suelen advertir.
Otro dato, llamativo al considerar la diferencia de consumo entre sexos, se refiere a la proporción de bebedores fuertes. En este segmento se agrupan quienes consumen vino al menos 10 veces por mes. Los resultados indican que 53% son mujeres. Naturalmente, en países de tradición vitivinícola –Italia, Francia, España, Argetina o Chile-, suele tomárselo casi diariamente.