Asombro por el hecho que semejante tesoro haya permanecido escondido durante tanto tiempo. Curiosidad por saber cuál sería su sabor luego de cuatro siglos enbotellado.
Château Coutet es una bodega mundialmente famosa en el centro de St. Emilion en Bordeaux. Le pertenece hoy a la misma familia que hace 400 años la fundó: 14 generaciones de la misma familia. Adrien David Beaulieu , quien la maneja en la actualidad, tuvo a su cargo la realización de los tests de autenticidad de la botella encontrada.
La botella apareció en los sótanos instalados debajo de los viñedos cuando los romanos habitaban el territorio franco. No es de extrañar, entonces, que semejante joya haya esperado allí tanto tiempo a que la descubrieran.
Adrian Smith, un especialista que viajó especialmente atraído por el acontecimiento, explica cómo se producía y vendía vino en el siglo 18. Por aquella época, dice, el vino se vendía en barriles. Rara vez se embotellaba.
Las viñas también eran diferentes; muchos enólogos usaban un método llamado ‘foule’, mediante el cual una mezcla de hasta 12 cepas diferentes, rojas y blancas, se plantaban en la misma parcela. Esas cepas eran mezcladas al cosecharlas Las regulaciones que exigen separar los vinos blancos de los tintos y las variedades que se podían usar en Bordeau no aparecieron hasta muchos años más tarde.
Château Coutet era distinto del resto porque se dedicaban a la fabricación del vino como arte y no como el resto de los granjeros..
¿Cómo se hizo el descubrimiento?
¿Cómo se descubrió en el siglo 21 una botella de semejante valor? Por puro accidente.
Cuando alguien ha tenido la misma bodega desde el 1700, de vez en cuando hay que arreglar alguna cosa. Un empleado estaba intentando mover un una estantegía rota en la bodega cuando se toó con un montítulo de tierra debajo que parecía algo fuera de lugar. Curioso, comenzó a desparramar la tierra yt allí encontró la botella.
La botella era rara por la manera en que había sido sellada. Tiene un corazón de vidrio en el tope y está sellado con esmeril para que no entre nada de oxígeno al vino del interior. Como la gran mayoría del vino de Bordeaux en aquel tiempo se vendía en barril y no en botella, mucho menos una con etas características, Adrien David Beaulieu cree que probablemente haya sido producido para un casamiento de alguna familia importante.
En cuanto al vino del interior, se cree que está hecho de Merlot à queue rouge. Era la variedad más plantada y la cepa más valiosa para Coutet en aquel momento.
¿Es auténtico?
Como cualquiera puede decir que ha encontrado una botella antigua en su bodega ( y de hecho hay muchos que lo hacen) Beaulieu sabía que hacía falta evaluación científica para garantizar autenticidad. No abrieron la botella porque eso habría invalidado su derecho a decir que tenían la botella más antigua de Bordeaux, por eso tenían que testear el vidrio.
Llamaron a un experto en vidrio mundialmente famoso, a quien le llevó cuatro años comprobar la constitución química, forma y desgaste tanto de la botella como del tapón para determinar su edad. Su conclusión fue que la botella data de la década de 1750, más o menos.
¿Se puede tomar?
Como no hay planes de abrir la preciosa botella, nadie lo va a probar. Se calcula más o menos que un Bordeaux bien hecho tiene por lo menos un plazo de 30 años para mejorar su sabor, a los que se les puede añadir de 10 a 15 años más. Siempre según el clima, la estructura tánica y la cosecha específica.
Para una botella que tiene más de 200 años, las posibilidades son que el vino esté estropeado. Hasta la fecha, la botella más antigua que ha probado Beaulieu fue una de Château Coutet 1934 y la más antigua en bodega con una etiqueta data de 1951.