<p>El pie diabético es una enfermedad sin carisma, dice el especialista Goerge Andros a Shari Roan, de Los Angeles Times. “A nadie parece interesarle mucho como enfermedad”. <br />
<br />
En los últimos 15 años, se fue a las nubes la tasa de amputación de pies por complicaciones de la diabetes. En todo el país llegan a 100.000 por año, según estudios y estadísticas del gobierno. </p>
<p>En la conferencia sobre pie diabético que se realizó este mes en Los Angeles (Diabetic Foot Global Conference) los especialistas allí reunidos concluyeron que la proporción es demasiado alta, incluso tomando en cuenta el creciente prevalencia de la enfermedad. En su mayoría opinan que es posible minimizar las amputaciones. <br />
Pero el problema es complejo. La prevención de la amputación requiere vigilancia y a menudo costosos cuidados médicos. En Estados Unidos, la mayoría de los amputados pertenecen a minorías raciales, pobres, obesos y viejos, según datos oficiales. </p>
<p>"Es gente vieja, gorda, gente que suele ser ignorada," explica Andros. </p>
<p> </p>
El pie diabético necesita vigilancia
En los últimos años han aumentado de manera alarmante en Estados Unidos (un país que registra sus cifras) las amputaciones relacionadas con la diabetes. Los médicos dicen, sin embargo, que con prevención y vigilancia, se pueden evitar.