<p>Luchar con un par de pantalones un talle más chico o con una camisa ajustada por la panza cervecera es una constante para muchas personas. Se obsesionan, tal vez, con entrar en un vestido que usaban cuando tenían 18 o en el mismo saco que usaron el día de su casamiento. La realidad es que muchas veces las privaciones y los sacrificios no se traducen en la balanza y hay que aceptar, sin angustia, que el cuerpo cambia y el peso también. Aprender, de alguna manera, que el peso ideal no es igual al peso feliz.</p>
<p>Hoy los científicos de la salud tienen una visión mucho más realista de la situación: se puede pesar un poco más del peso ideal y seguir siendo sano y—más importante- feliz. Para quienes tengan problemas de obesidad, bajar 10% del peso corporal no es una tarea tan hercúlea y trae muchísimos beneficios de salud: presión arterial más baja, menos colesterol y azúcar en sangre y también reduce el riesgo de enfermedades cardíacas.</p>
<p>Como la temperatura corporal, también el peso de las personas varía en 10% a 20%. Esto se conoce como “punto de equilibrio”. La idea es que las hormonas, químicos y señales de hambre ayudan al cuerpo a mantenerse en este “punto de equilibrio” que puede variar en unos kilos. No es solamente una cuestión genética: una persona puede modificar su punto de equilibrio a través de hábitos alimenticios saludables y ejercicio. Lamentablemente también funciona al revés: cuando una persona come de más el “punto de equilibrio” también aumenta y es difícil bajarlo.</p>
<p> </p>
<p> </p>
<p>En su libro “<em>Break Through Your Set Point: How to Finally Lose the Weight You Want and Keep It Off</em>” el Dr. George Blackburn dice que bajar 10% el peso corporal y mantener ese peso durante un año ayuda a resetear el “punto de equilibrio”. Cuando se pierde una gran cantidad de peso de una sola vez, uno desencadena una lucha interna y las hormonas actùan para aumentar el hambre mientras el cuerpo trata de defender su nivel de comodidad.</p>
<p>Los expertos, entonces, recomiendan perder ese 10% con tranquilidad: cambiar los hábitos alimenticios de a poco y aumentar la cantidad de ejercicio es la clave. De esta manera se logran ambas metas: bajar y mantener el peso, ajustando el “punto de equilibrio” y adaptarse a los nuevos alimentos de manera paulatina. <br />
“La mayoría de las personas que pierden 10% de su peso no quieren entrar en unos pantalones más chicos sino que la perdida impacte de manera positiva en su salud. Se sienten mejor, duermen mejor, tienen más energía y menos dolores”, explica Blackburn. <br />
<br />
Pero la mayoría de las personas sobreestiman la cantidad de peso que pueden perder, lo que muchas veces llega a altos niveles de frustración. Hay que encontrar el peso feliz o peso saludable: es decir, aquel que se pudo mantener durante periodos largos de manera natural. <br />
En vez de enfocarse en los números de la balanza, Blackburn recomienda establecer metas claras: comer desayuno todos los días, caminar después del trabajo, incluir más frutas y vegetales. Si logran hacerlo por seis meses, formarán parte de la rutina diaria.</p>
<p><strong>Consejos para perder peso con éxito:</strong><br />
1) <em>Coma regularmente</em>. El secreto escomer frecuentemente. Paradójicamente, esto reducirá la cantidad de calorías por comida.<br />
2) <em>Siéntese y disfrute de las comidas</em>. Las personas que comen en platos, por ejemplo, en vez de hacerlo desde la bandeja, comen 43% menos.<br />
3) <em>Dedique al menos 30 minutos de su día a hacer actividades físicas moderadas</em>. <br />
4) <em>La cantidad y calidad de lo que se consume pueden hacer la diferencia</em>. Ingerir, por ejemplo, comidas altas en fibra ayudará a aumentar la sensación de saciedad. <br />
5) <em>Piense en positivo</em>: focalícese en los beneficios de un estilo de vida saludable en vez de en la balanza. </p>