Los resultados surgen de un estudio de colonoscopía que se realiza con un tubo equipado con una cámara en un extremo. Por lo general, los médicos buscan pólipos, o sea, crecimientos anormales que sobresalen de la capa que recubre el colon y pueden convertirse en cáncer. Pero hay otro tipo de crecimiento que es mucho más peligroso y más difícil de ver porque es plano o deprimido y similar en color al tejido sano.
En los años 80 y 90 investigadores japoneses manifestaron preocupación sobre estas lesiones planas, pero los estudios dieron resultados diversos y los médicos estadounidenses terminaron por pensar que esas excrecencias planas eran menos comunes y menos peligrosas en Estados Unidos. El nuevo estudio, publicado en la revista de la American Medical Association, sugiere lo contrario.
Algunos médicos en Estados Unidos ya estaban sobre aviso sobre estas lesiones planas, pero para otros, el descubrimiento planteará dificultades pues hace falta un ojo entrenado para ver esos tumores y técnicas especiales para removerlos. El estudio sostiene, además, que es importante que los pacientes tomen fuertísimos laxantes antes del test pues las lesiones chatas , que ya de por sí son difíciles de detectar, no se ven si los intestinos no están absolutamente vacíos.
Muchos de los médicos que realizan colonoscopía no son muy buenos reconociendo lesiones planas, pero pueden mejorar con capacitación y práctica, dice Douglas K. Rex, médico gastroenterólogo y profesor de medicina de la Universidad de Indiana.
El estudio, que comprendió a 1.819 veteranos militares en su mayoría hombres, descubrió que 9,35% tenía lesiones planas, y que ellas eran cinco veces más propensas que los pólipos a contener tejido canceroso o precanceroso.
La calidad de la colonoscopía se ha convertido en un tema delicado en Estados Unidos, porque un artículo aparecido en The New England Journal of Medicine en diciembre de 2006 reveló que algunos médicos son diez veces mejor que otros en detectar pólipos cancerosos. Un factor clave de ese éxito es que se toman el tiempo necesario para analizar profundamente el colon, mientras que otros aceleran el proceso. Los médicos que no detectan pólipos mucho menos van a detectar las lesiones planas que son más difíciles de ver. El estudio subraya la necesidad de exámenes cuidadosos, porque las lesiones planas son mucho más peligrosas.
Los resultados surgen de un estudio de colonoscopía que se realiza con un tubo equipado con una cámara en un extremo. Por lo general, los médicos buscan pólipos, o sea, crecimientos anormales que sobresalen de la capa que recubre el colon y pueden convertirse en cáncer. Pero hay otro tipo de crecimiento que es mucho más peligroso y más difícil de ver porque es plano o deprimido y similar en color al tejido sano.
En los años 80 y 90 investigadores japoneses manifestaron preocupación sobre estas lesiones planas, pero los estudios dieron resultados diversos y los médicos estadounidenses terminaron por pensar que esas excrecencias planas eran menos comunes y menos peligrosas en Estados Unidos. El nuevo estudio, publicado en la revista de la American Medical Association, sugiere lo contrario.
Algunos médicos en Estados Unidos ya estaban sobre aviso sobre estas lesiones planas, pero para otros, el descubrimiento planteará dificultades pues hace falta un ojo entrenado para ver esos tumores y técnicas especiales para removerlos. El estudio sostiene, además, que es importante que los pacientes tomen fuertísimos laxantes antes del test pues las lesiones chatas , que ya de por sí son difíciles de detectar, no se ven si los intestinos no están absolutamente vacíos.
Muchos de los médicos que realizan colonoscopía no son muy buenos reconociendo lesiones planas, pero pueden mejorar con capacitación y práctica, dice Douglas K. Rex, médico gastroenterólogo y profesor de medicina de la Universidad de Indiana.
El estudio, que comprendió a 1.819 veteranos militares en su mayoría hombres, descubrió que 9,35% tenía lesiones planas, y que ellas eran cinco veces más propensas que los pólipos a contener tejido canceroso o precanceroso.
La calidad de la colonoscopía se ha convertido en un tema delicado en Estados Unidos, porque un artículo aparecido en The New England Journal of Medicine en diciembre de 2006 reveló que algunos médicos son diez veces mejor que otros en detectar pólipos cancerosos. Un factor clave de ese éxito es que se toman el tiempo necesario para analizar profundamente el colon, mientras que otros aceleran el proceso. Los médicos que no detectan pólipos mucho menos van a detectar las lesiones planas que son más difíciles de ver. El estudio subraya la necesidad de exámenes cuidadosos, porque las lesiones planas son mucho más peligrosas.