De tal palo, tal astilla

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Abundan los consejos a las embarazadas para que su estilo de vida no dañe la vida de su futuro hijo. A los hombres nadie les dice nada. Ahora se confirma, sin embargo, que por encima de los genes, los hábitos de vida del padre pueden hacer que el futuro hijo active o desactive su herencia genética.

<p>Los m&eacute;dicos vienen diciendo a los hombres desde hace infinidad de a&ntilde;os que el fumar, el beber y las drogas recreacionales pueden bajar la calidad de su esperma. Lo que ahora deben a&ntilde;adir, tal vez, es que la salud del beb&eacute; que a&uacute;n no ha nacido puede ser afectada por lo que come el padre, las toxinas que absorbe y los traumas que acarrea. Y que ese hijo puede, a su vez, pasarlas a su futuro hijo. <br />
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En los &uacute;ltimos tiempos se habla mucho de la epigen&eacute;tica, del griego &ldquo;epi&rdquo;, que quiere decir &ldquo;por encima o m&aacute;s all&aacute; de&rdquo;. La epigen&eacute;tica es la forma en que nuestro cuerpo modifica su constituci&oacute;n gen&eacute;tica. Explica por qu&eacute;, por ejemplo, ciertos genes se activan o desactivan, debido a factores ambientales. Estos factores ambientales son, principalmente, tres: lo que ingerimos (alimentos, bebidas, aire, toxinas) , lo que experimentamos (estr&eacute;s, trauma) y la duraci&oacute;n de nuestra vida. <br />
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Epigen&eacute;tica significa que nuestras tendencias f&iacute;sicas y mentales son moldeadas por la vida que llevamos y el mundo en que vivimos. Prueba que somos producto de la historia, no s&oacute;lo privada sino p&uacute;blica. Y en este amplio fen&oacute;meno la figura del padre adquiere una responsabilidad que no recibe, por lo general, la debida atenci&oacute;n. <br />
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Desde esta perspectiva el hijo de un gordo puede ser gordo, no porque lo traiga marcado ya en su carga gen&eacute;tica sino por los h&aacute;bitos y costumbres en los que crece y que determinan &ndash; por encima y m&aacute;s all&aacute; de su configuraci&oacute;n gen&eacute;tica &ndash; cierta propensi&oacute;n a repetir conductas. Esto es algo que la sabidur&iacute;a popular viene repitiendo desde hace tiempo. Ahora la ciencia lo confirma con explicaciones mucho m&aacute;s complicadas y marcando, con especial &eacute;nfasis, la responsabilidad del hombre en este proceso hereditario. <br />
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