Un estudio del Centro de Investigaciones y Estudios sobre Cultura y Sociedad (Ciecs), dependiente del Conicet y la UNC, arrojó que la mayoría de las mujeres consultadas sienten que son cuidadoras de tiempo completo, trabajan más y están más cansadas durante la cuarentena que antes de ella. La mitad además duerme menos y se percibe mentalmente agotada.
Ocurre que el aislamiento puso de relieve -como nunca- la relevancia invisibilizada de las tareas de cuidado en el hogar y que las mujeres aún son quienes cargan con la mayor parte de esta responsabilidad.
La familia reunida 24/7, teniendo que combinar horarios, trabajos, home schooling de los hijos y mantenimiento del hogar fue un combo complejo, que hasta en algunos casos, evidenciaron la diferencia de percepción en las parejas en relación a quien lleva a cabo mayoritariamente las tareas de cuidado en cuarentena.
De acuerdo con una reciente investigación sobre Expectativas de Consumo con foco en COVID-19 de Trendsity, si bien 40% de los hombres reconoció haber limpiado más que antes, esto impacta más aún a las mujeres (50%) mientras que ellos indicaron sentir mayor aburrimiento ( 28% vs 19% en las mujeres) y tranquilidad (hombres 22%, mujeres 13%).
Todo esto demuestra que si bien hay avances en la equidad de género, aún la brecha se hace sentir, lo que atenta contra la salud, bienestar, y sobre todo los niveles de productividad laboral o académica de las mujeres.
En Reino Unido, ellas mismas emparentaron su situación en el aislamiento con las “madres y esposas de los años 50´”. Quizás fue también el contexto donde emergieron ciertos servicios como las niñeras virtuales (que liberan una o dos horas para otras tareas, trabajo o tiempo libre) o la razón por la que explotó la venta de artículos de limpieza que facilitan la tarea hogareña, con la mopa como caso estrella.