domingo, 22 de diciembre de 2024

Como la pandemia afectó el bienestar de adultos mayores

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Un estudio de la Universidad Siglo 21 revela datos sobre la calidad de vida de este segmento etario.

En el marco del Día de la Ancianidad, que se celebra el sábado 28 de agosto, la Universidad Siglo 21 cuenta con un estudio sociodemográfico que analiza los hábitos de los adultos mayores- de 60 a 80 años- en el país. Entre los datos más destacados, se observa que 8 de cada 10 se sienten acompañados por las personas de su entorno.

Sin embargo, la sensación de soledad y malestar aumentó en comparación con 2020, provocando desgano y dificultades para realizar actividades que promueven su bienestar y salud integral.

Los adultos mayores en general se sienten contenidos en cuestiones relacionadas con el cuidado de su salud, por ejemplo, con el traslado a consultas médicas (el 90% de los encuestados así lo percibe). Por otra parte, durante la pandemia se acentuó el malestar de aquellas personas mayores que no cuentan con un círculo de contención emocional. La brecha digital también fue un foco de impacto negativo, ya que la falta de accesibilidad a este tipo de tecnologías representa un estado de exclusión, porque son de utilidad en funciones vitales como el contacto más cercano con los seres queridos, la telemedicina y la provisión de víveres o medicamentos, entre otras.

La doctora Gabriela Gallo, médica geriatra y asesora de la Licenciatura en Gerontología de Universidad Siglo 21, explica: El término ‘ancianidad’ contempla cómo el adulto posmayor crea y se desenvuelve en nuevos contextos sociales y culturales que le permiten revalorizarse y cuidarse a sí mismo. Es importante que pueda sentir que es respetado en sus decisiones y puntos de vista, con un entorno que le ofrezca contención y afecto. De esta manera se preserva su grado de autonomía, sus capacidades funcionales y su integración en la esfera socio-familiar”.

De acuerdo a la investigación, las personas de mayor edad indicaron que sienten que su estado de salud es “menos favorable” que el de los más jóvenes.  En cuanto a la actividad física, el 20% de los adultos mayores señaló que no ha practicado caminatas en al menos una semana. Y si bien el 78% ha realizado una, durante al menos 10 minutos seguidos en los últimos días, la proporción se reduce al 47% si se considera a quienes las llevaron a cabo entre cinco y siete días. Esta falta de movimiento se traduce luego en ciertas complicaciones relacionadas con la salud, como los trastornos del sueño. De hecho, el 53% de las personas mayores encuestadas manifestó tener dificultad media o elevada para conciliar el sueño.

Sobre las disparidades sociales preexistentes y las carencias estructurales de larga data, se puede ver que también se acentuó la marginación e invisibilización de este segmento. “El acompañamiento afectivo puede mejorar notablemente la calidad de vida de los adultos mayores, y requiere de empatía y comprensión. Este tipo de acompañamiento se basa en conductas de escucha para que el adulto pueda expresarse, predisposición a brindar ayuda y respeto por sus opiniones, actitudes que le aportarán tranquilidad, seguridad y bienestar”, concluye la doctora Gallo.

 

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