O’Naturel, el primer restaurante que ofrecía un lugar para que los comensales dejaran allí sus ropas y sus inhibiciones, cerrará sus puertas en febrero, apenas 15 meses después de su inauguración. ¿El motivo? Insuficiencia de clientes.
Los dueños de O’Naturel han solicitado el apoyo de sus clientes pidiéndoles que asistan durante enero y febrero.
El restaurante presenta a sus clientes una lista de reglas que explican lo que espera de ellos en términos de comportamiento. Sólo a los adolestences – que debían estar acompañados por adultos – se les permitía mantener sus ropas puestas.
Los clientes dejaban sus vestimentas en el guardarropas, junto a sus teléfonos celulares y cámaras, por razones obvias.
Su decoración es minimalista y tenía grandes cortinas blancas cubriendo las ventanas para proteger a sus comenzales de los transúntes que buscaban divertirse.