Casa Cavia es un diálogo. Voces diversas que suman estilo, arte, pasión. Aquí gravitan libros, perfumes, flores y la cocina, esa gran convocante. La idea original de abrir al público esta casona de 1927 fue de Ana Mosqueda, dueña de la singular editorial Ampersand, con el objetivo principal de que no sólo fuera un espacio para producir libros, sino también un lugar donde se intercambiara conocimiento, como en las antiguas editoriales de principios de siglo XX. Para eso, junto a su hija Guadalupe García, convocó a distintos anfitriones que fueron cincelando, cada uno con su impronta, la identidad de la experiencia. Tras una cuidada restauración dirigida por la firma inglesa Kallos Turin (inspirada en los cafés porteños de los años 20; se destaca el mármol y una paleta gris y verde manzana), se sumaron Pablo Massey, Próspero Velazco e Inés de los Santos en la propuesta gastronómica; Julián Bedel y su perfumería Fueguia y la florería de Silvana Grosso, Flores Pasión. Del diálogo entre todas las áreas surge un texto único que envuelve al lector en una atmósfera paralela. Almorzar en su jardín verde y observar a sus comensales (no falta la señora con capelina, el fumador de habano y los ponchos suaves de Manos del Uruguay que se ofrecen para mitigar los primeros frescos del año) permite olvidar el tiempo: pruebe las delicias argentinas de Massey comenzando con un tartar de salmón del Pacífico con palta y hierbas frescas sobre tostada de pan brioche, alcaparras y salsa holandesa. Siga con unas mollejas doradas con papas al romero y pebre andino, un cordero braseado con un puré cremoso de papas y jugos de cocción. Puede terminar con un clásico de Pablo, la ganesha de chocolate con azúcar impalpable, postre que lo acompaña desde hace muchos años en todos sus restaurantes, o elegir las delicias de Próspero Velazco. Sólo querrá volver.
Cavia 2985, Palermo Chico. Tel.: 4801-9693. Todos los días desde las 9 a 21.30. www.casacavia.com