Cambios en el arte y nuevos consumidores

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La cuarentena generó modificaciones en los hábitos de millones de personas, y eso hizo que en todo el mundo cada vez más gente se interese por embellecer sus hogares a partir de la adquisición de distintas obras.

Por Jorge Calvo (*)

Entre los tantos cambios y nuevas tendencias que produjo la pandemia, se encuentra el notable aumento del consumo de arte, dado que la cuarentena y la implementación del teletrabajo provocaron que muchas personas pasaran más tiempo en sus hogares. Eso hizo que quisieran embellecer sus espacios.

Además, la imposibilidad de gastar dinero en salidas, indumentaria o viajes ha provocado que una gran cantidad de gente invierta más dinero en decorar sus casas. Por otro lado, una obra de arte es un regocijo para el alma, y, en medio de tanta angustia, muchos eligieron esa alternativa como bálsamo para atravesar la adversidad.

Más arte, menos precios

Cabe destacar, a su vez, que esta tendencia se dio en todo el mundo. El arte se revalorizó en varios países sin lugar a dudas, y en Argentina especialmente, dado que la cantidad y la calidad de los artistas nacionales es muy significativa.

No obstante, a tono con el impacto que la pandemia causó en la economía, las obras elegidas fueron fundamentalmente de mediano y bajo precio, artistas emergentes y conocidos, pero de costo razonable.

Asimismo, este contexto permitió que se interese en el arte mucha gente que anteriormente no destinaba dinero para este tipo de adquisiciones. Esto es muy promisorio, porque amplió el mercado: una vez que alguien entra a este mundo no se va más, y vuelve a comprar. Porque valora el hecho de disfrutar todos los días una obra en su vida y quiere repetir esa experiencia.

Galerías on line

En cuanto al negocio en sí, dependiendo de la relación de cada galería de arte con las redes sociales y el e-commerce, la realidad es que se produjo una adaptación relativamente rápida a esa nueva realidad pandémica. Algunos tuvieron que reinventarse, ya que no implementaban las ventas online. Mientras otros ya utilizaban este sistema, y por eso pudieron adaptarse más fácilmente.

Pero lo que sí es seguro es que el comercio electrónico es una modalidad que vino para quedarse de manera masiva en este rubro. Democratizó la llegada de las obras de arte a escala global. Muchos artistas experimentaron cómo su trabajo puede verse y comercializarse en todo el mundo solo con un click.

Asimismo, el estallido de las redes sociales favorece su exposición y permite que los intérpretes muestren sus trabajos de manera simple y económica. Esto, indudablemente, traerá buenos resultados.

Mientras que la salida de las restricciones sanitarias, lejos de perjudicar a este esquema, impacta muy positivamente. Porque cuando en un mercado hay demanda, se moviliza la oferta. Eso es muy promisorio para los artistas locales, que en el pasado venían muy castigados. El nuevo horizonte, sin duda, producirá un mejor clima, que seguramente impactará en las obras producidas.

Del lado de los consumidores, es un buen momento para ingresar al mercado del arte. Los valores son increíblemente bajos, como desde hace mucho tiempo no se veían, comparados con cualquier país latinoamericano. Pero esto prontamente tenderá a corregirse. Así que es un momento muy especial para aquellos que buscan oportunidades.

(*) Coleccionista de arte y titular Galerías Witcomb. 

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