Las mujeres siguen siendo objeto por la calle de la constante evaluación de extraños: esa evaluación puede ser positiva o negativa. Si es positiva gusta, pero si es negativa hiere. Pero uno se pregunta: ¿qué derecho tiene un extraño a erigirse en juez sobre la apariencia de otro ser humano?
Además de eso, hay muchas cosas que preocupan a las mujeres y que los hombres ni siquiera perciben. Y eso es porque, en algún momento de nuestro pasado– y en muchos casos de nuestro presente — hemos escuchado que las hacíamos “mal”. Esos “errores” (si se les puede llamar así) se siguen usando para justificar opiniones negativas y terminan afectando las elecciones que hacés. ¿Hay que aclarar esto? Sí. Aquí, 7 cosas que preocupan a muchas mujeres y que, sin embargo, no deberían.
1. La elección de la ropa
Si la remera tiene breteles o no los tiene. Si el escote es demasiado profundo. Si los tacos son altos o demasiado. Para muchas mujeres estas son simples elecciones de la moda. Sin embargo, hemos sexualizado el cuerpo femenino a tal punto que revelar el más mínimo trozo de piel desnuda puede considerarse inapropiado. En realidad, las jóvenes estudiantes se rebelan antes los códigos de vestimenta escolar, diciendo que el problema no es lo que se ponen sino la forma en que los demás las ven.
Un atuendo no es una invitación a un levante, a un acoso, a un ataque ni nada por el estilo. La mujer usa lo que le gusta porque le gusta usarlo ¿Por qué castigarla constantemente por eso?
2. No equivocarse con la toma de la píldora
Si tomás píldoras anticonceptivas, sabés que entrar en la rutina de tomarla es algo bastante estresante. No es como un preservativo. El preservativo se ve. La píldora no. Entonces tragás esa pequeña pastillita y rogás que no te defraude. Es terrorífico angustiarse por la posibilidad de que no funcione.
Además, si te olvidás de tomarla en el momento justo, o peor, te olvidás de tomarla, hay cosas para hacer para remediar el error. Tomar la de hoy cuanto antes. Tomar dos mañana. Hacé lo que te dicen o vas a quedar embarazada, cosa que está bien si querés quedar embarazada, pero que es algo cada vez más difícil de manejar si no querés por las restricciones al aborto y otros servicios médicos.
3. La apariencia delicadamente cuidada del vello púbico
Sí, los hombres tienen que afeitarse todos los días y también a veces cuidan la zona delicada. Pero para las mujeres hay un negocio completo alrededor del vello público.
Se lo puede recortar, quitar con cera o afeitar. Se puede hacer línea bikini, pero eso puede hacerlo visible y a mucha gente no le gusta. Se puede quitar por completo, pero entonces uno puede aparecer como pre púber y a alguna gente no le gusta eso. Cuidarlo significa raspones, erupciones, ardores. Todo, para agradar a los demás.
La conclusión es una constante presión por mantenerlo cuidado según lo que la gente crea que es atractivo. Lo que cada una haga con su vello público debería ser, como tantas otras cosas en la vida, su decisión personal, no la de los demás, y sin embargo, las mujeres están bajo constante escrutinio en ese terreno. No está bien.
4. O sos desaliñada o demasiado coqueta
No se puede ser ambas cosas a la vez. Con maquillaje en la cara, el cabello cuidadosamente peinado y uñas pintadas, sos “demasiado coqueta”, “superficial” o “complicada”. Te preocupa la apariencia más que todo lo demás. Pero con un jogging y sin maquillaje sos “desaliñada”, “desmotivada” y “no te preocupás por vos misma”. No importa si es en el gimnasio, en la oficina o en el club. Los demás te colocan en un extremo del espectro o en el otro. Y manejar eso es agobiante.
5. Tu reloj biológico, o más bien, el interés de los demás en tu reloj biológico
Las muchachas jóvenes sin hijos no ignoran que hay otras mujeres de su edad que tienen hijos y ellas no. Sin embargo, nunca falla: en las reuniones familiares o lo que sea, alguien siente la necesidad de señalar tu triste existencia sin hijos y pregunta “para cuándo”. No importa si ahora las mujerse esperan más para tener hijos, no importa que sea totalmente aceptable si alguien no quiere tener hijos. Punto. Opinan.
6. La necesidad de saber defenderse
Todos, hombres incluidos, deberían tener un conocimiento básico de auto-defensa, porque cualquiera de nosotros puede encontrarse en una situación peligrosa. Pero ¿por qué tantas mujeres tienen que llevar gas pimienta en sus llaveros? ¿Por qué en un período de 7 años hubo 77% de aumento en las mujeres que llevan un revólver en la cartera?¿Por qué en lugar de obligar a la mujer a ser un cinturón negro la sociedad no deja de atacarla?
7. Disculparse todo el tiempo por…nada
En el trabajo, si estornudás, pedí perdón. Si hablás en voz alta, pedís perdón. Si discrepás con alguien, pedí perdón. Debés dejar de pedir disculpas. También debés dejar de hacer que las mujeres sientan la necesidad de disculparse.