Saltear el ejercicio
Un estudio de la Universidad de Georgia, afirma que los adultos sanos pero sedentarios que comenzaron a ejercitarse tres días a la semana durante por lo menos 20 minutos cada vez, manifestaron sentir menos fatiga y más energía después de seis semanas. El ejercicio regular aumenta la fuerza y la resistencia, hace más eficiente el sistema cardiovascular y lleva más oxígeno y nutrientes a los tejidos.
No beber suficiente agua
La deshidratación, aunque sea mí9nima, quita energía, dice Amy goodson, nutricionista del Texas Health Ben Hogan Sports Medicine. Provoca una reducción en el volumen de sangre, lo que la hace más espesa. Esto exige que el corazón bombee con menos eficiencia, reduciendo la velocidad con la que el oxígeno y los nutrientes llegan a los músculos y órganos.
No consumir suficiente hierro
La deficiencia de hierro nos vuelve lentos, irritables e incapaces de enfocarnos. Nos sentimos cansados por menos oxígeno viaja a los músculos y las células.
Ser perfeccionista
Buscar la perfección nos hace trabajar más horas y con más esfuerzo del necesario, dice Irene levine, profesora de psiquiatría en le facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York. Recomienda fijar límites para el trabajo, y luego respetarlos.
Exagerar la importancia de las cosas
La ansiedad o el miedo experimentados en forma casi permanente nos agotan mentalmente. En esos casos, hay que pensar en qué es lo peor que podría pasar. Salir, meditar, hacer ejercicio o compartir con otros las preocupaciones ayudan a sobrellevar las cosas.
Saltear el desayuno
La comida es el combustible del cuerpo y cuando dormimos el cuerpo continúa usando lo que consumimos en la cena de la noche anterior. Por eso al levantarnos necesitamos alimentarnos con el desayuno. Si no lo hacemos, estaremos más lentos.
Comer comida chatarra
Los alimentos cargados de azúcar y carbohidratos simples, como los que encontramos en una cajita de hamburguesas, elevan el índice glucémico, un indicador de la rapidez con que los carbohidratos aumentan el azúcar el sangre. Los picos altos de azúcar seguidos por agudas caídas provocan fatiga durante el día.
No saber decir que no
Agradarle a la gente suele costar energía y felicidad. Y lo que es peor, nos enoja y nos resiente. Aprendamos a decir que no y viviremos mejor.
Tener desordenado el lugar de trabajo
Un escritorio atestado de papeles y cosas causa fatiga mental al limitar la capacidad de enfocar y limita la capacidad del cerebro para procesar información, según un estudio de la Universidad de Princeton.
Trabajar durante las vacaciones
Mirar la casilla de emails cuando deberíamos relajar junto al mar o la pileta nos pone al borde del agotamiento. Es preciso desenchufarse y permitirse poner la mente en blanco. Así se vuelve al trabajo con las fuerzas renovadas.
Tomar un vaso de vino antes de ir a la cama
Suena una buena manera de relajarse antes de dormir pero puede provocar el efecto contrario. El alcohol al prinicip descomprime el sistema nervioso central produciendo un efecto sedativo, dice }allen towfigh, director médico del new York neurology & Sleep Medicina. “Pero luego sabotea al mantenimiento del sueño. El alcohol crea un efecto rebote cuando es metabolizado, lo cual crea un aumento abrupto en el sistema de adrenalina.
Mirar mails en la cama
La luz de una tableta, teléfono o pantalla de computadora puede generar un proceso qwue supsrime la melatonina, una hormona que ayuda a regular el ciclo de sueño y vigilia, dice towfigh. La sensibilidad al brillo digital de los dispositivos tecnológicos pueden variar de persona a persona, pero en general es una buena idea evitar toda tecnología desde una hora o dos antes de ir a la cama, aconseja.
Consumir mucha cafeína durante el día
Tomar hasta tres tazas de café al día es bueno, pero usar mal la cafeína puede alterar seriamente el ciclo de sueño y vigilia. Un estudio publicado en el Journal of Clinical Sleep Medicine reveló que consumir cafeína hasta seis horas antes de ir a dormir afecta el sueño, o sea que confiene evitar el café de media tarde y suprimir también otras fuentes de cafeína.
Acostarse tarde los fines de semana
Quedarse “hasta que las velas no ardan” el sábado a la noche y luego dormir hasta tarde el domingo genera dificultad para conciliar el sueño el domingo a la noche y una mañana de lunes complicada. Como el no salir afecta la vida social de una persona, el consejo es levantarse al día siguiente más o menos a una hora normal y luego dormir una siesta en la tarde. Una siesta de 20 minutos permite al cuerpo recargarse sin entrar en las etapas más profundas del sueño, algo que puede hacer que nos despertemos cansados.