10 trucos para dormir en el avión

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No poder conciliar el sueño durante un vuelo puede arruinarnos los primeros días de un viaje. Si el vuelo es largo, es esencial dormir aunque sea algunas horas para poder combatir el “jet lag”  y comenzar el viaje con el pie derecho.  Aquí, 10 trucos y consejos para poder dormir.

No hay espacio para las piernas. La gente que nos pasa por encima. El ruido de películas y videojuegos y niños que lloran. La luz del sol que entra por la ventanilla del pasajero de al lado a 35.000 pies de altura.  Con todas las distracciones y complicaciones del viaje en avión no extraña que conciliar el sueño sea una de las cosas más difíciles de lograr. 

Son muchos lo que se deseperan por pegar un ojo durante un viaje largo, pero una buena elección de asiento, traeerse lo necesario y hacer algunos cambios en los hábitos de vuelo podría ayudar a dormir mejor en la próxima oportunidad. Veamos algunos consejos. 

 

Reservar el asiento de la ventanilla

Para que la cabeza no caiga sobre el hombro del vecino lo mejor es tener el asiento de la ventanilla. Podemos usar la almohadita del avión para apoyarnos contra la ventana  y no tener que levantarnos cuando nuestros compañeros de asiento tengan que ir al baño.

No olvidar los rituales personales

Si se trata de un vuelo nocturno, hagamos todo lo que hacemos antes de ir a la cama (lavarnos los dientes, cambiarnos de ropa, etc.) y tratar de no mirar ninguna pantalla.

Pasar por la dietética antes de viajar

Los suplementos naturales como la melatonina y los tés de hierbas pueden ayudar a relajarnos. También puede valer la pena  algo de aromaterapia. El aceite esencial de lavanda puede ayudar a  adormecernos.

Crear clima propicio

Llevar en el teléfono música para relajarnos durante el viaje.

Evitar las bebidas alcohólicas que ofrecen en el avión

Abstenerse de la cafeína y del alcohol, especialmente del alcohol. Contrariamente a lo que comúnmente se cree, no nos ayuda a dormir.

Usar almohada y frazada

Es fundamental viajar con una almohada de viaje y una frazada. Las inflables son ideales porque sostienen la cabeza y facilitan  el sueño en posición vertical. Las frazadas son preferibles de algodón, pues son livianas, finitas y fácilmente transportables

Cubrirse los ojos

La oscuridad facilita el sueño, especialmente si los vecinos levantan las persianas de sus ventanillas o usan las luces de lectura.  La máscara sirve también como una señal de “no molestar” para posibles vecinos charlatanes que quieran conversar cuando pasan los tragos.

Leer algo aburrido

Lo mejor es llevar un libro en papel, no electrónico porque las pantallas de cualquier tipo, aparentemente, son estimulantes. El libro debe ser complicado o aburrido. Si es muy interesante no se puede dejar. Una media hora de esfuerzo de concentración en lo que estamos leyendo y los ojos van a empezar a caerse.

Elegir un buen asiento

De ser posible, habría que elegir una parte tranquila del avión. Descartar pasillos, baños y cualquier lugar donde pueden concentrarse la tripulación o los pasajeros.

Traerse la propia agua y snacks

Traer comida y agua nos permitirá dormir profundamente sin tener que despertarnos cuando pasa el carrito de la comida.

 

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