Es bueno para el corazón y la circulación sanguínea. Eñ chocolate amargo ayuda a restaurar la flexibilidad de las arterias y previene la obstrucción arterial.
Reduce el riesgo de síncope cardíaco. Comer chocolate con moderación puede reducir el riesgo de síncope cardíaco casi 17% en los hombres.
Es rico en minerales. Se ha demostrado que una barra de chocolate amargo con 75%-80% de cacao contiene fibra, hierro, magnesio, cobre, manganeso, potasio , fósforo, cinc y selenio.
Reduce el colesterol. Consumir más chocolate (dentro de lo razonable) reduce los niveles del colesterol malo (LDL) y eleva lsos niveles del colesterol bueno.
Deja la piel brillante. Los flavanoles en el chocolate ayudan a proteger la piel del daño solar.
Ayuda a perder peso. Aparentemente, si se coloca sobre la lengua un cuadradito de chocolate durante más o menos 15 minutos antes de una comida, dispara hormonas al cerebro que le dicen que uno ya está saciado.
Es bueno para mamás y bebés. Los chocolates reducen el estrés y aumentan las “hormonas felices” manteniendo la sonrisa en la mamá y el bebé.
Podría prevenir o demorar la diabetes. Suena extraño, pero es verdad. Se sabe que pequeñas cantidades de cacao mejoran la sensibilidad a la insulina. Entonces, comer chocolate amargo con moderación podría prevenir o demorar el comienzo de la diabetes.
Agudiza la memoria y nos vuelve más hábiles. Se sabe que los flavanoles reducen la pérdida de memoria en la gente mayor y mantienen más alerta el cerebro.
Reduce el estrés y nos mantiene felices. La feniletilamina despierta la parte del cerebro que nos hace pensar que estamos enamorados.