viernes, 27 de diciembre de 2024

Uso, abuso, ventajas e inconvenientes del método

spot_img

Trazar escenarios futuros es un instrumento estratégico clave. Particularmente, después de lo sucedido en Occidente desde el colapso de malas hipotecas hasta la crisis sistémica hoy en lento reflujo. Bien planteados, tienen una amplia gama de ventajas pero, también, pueden ser trampas para planificadores bisoños. Las prognosis ayudan a manejar incertidumbres.

<p>&nbsp;As&iacute; resume el tema el experto Charles Roxburgh, de McKinsey-Londres, en esta versi&oacute;n condensada del ensayo original.</p>
<p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; ">Las personas suelen pensar mejor el porvenir si desarrollan una gama de efectos apoyado, cada cual, en una secuencia de hechos. Este ejercicio es en especial &uacute;til debido a un rasgo humano muy com&uacute;n: suponer que el futuro se parecer&aacute; al pasado y que los cambios &ndash;si se dan&ndash; ocurrir&aacute;n solo gradualmente.&nbsp;<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Esa actitud y algunos factores convergentes han sido demasiado bien ilustrados por los traum&aacute;ticos sucesos de 2006/9. En su curso, muchos planificadores financieros apelaban a datos que remit&iacute;an a poqu&iacute;simos a&ntilde;os atr&aacute;s. Esto no los prepar&oacute; para el borrascoso escenario siguiente. Si se hubiesen detenido a reflexionar por qu&eacute; el pasado reciente no les sirvi&oacute; de gu&iacute;a, habr&iacute;an recordado situaciones previas. Como, sin ir m&aacute;s lejos, los colapsos de 1974/5, 1979/80 (petr&oacute;leo), 1987 (bonos chatarra), 1994/5 (insolvencia mexicana) o 1997/8 (derrumbes en Asia sudoriental, Rusia, etc.).&nbsp;<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
&ldquo;Cualquier esfuerzo serio tendiente a construir escenarios puede obtener otros resultados valiosos. A medida como avanza un an&aacute;lisis &ndash;apunta Roxburgh&ndash;, los profesionales pueden identificar ciertos impulsos al cambio particularmente intensos. Ello deriva de las inevitables consecuencias de acontecimientos ya acaecidos o en etapa de avanzado desarrollo&rdquo;.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Royal Dutch/Shell, pionera en planear escenarios, describe esos hechos como &ldquo;efectos predeterminados&rdquo;. Sus expertos usan un paradigma simple y apropiado para las inundaciones argentinas de noviembre-diciembre: &ldquo;si ha llovido en las monta&ntilde;as, los r&iacute;os anegar&aacute;n las llanuras&rdquo;. Por ende, al encarar proyecciones las empresas deber&iacute;an buscar efectos predeterminados, sobre todo los no previstos, a menudo fuentes de nuevas percepciones. En t&eacute;rminos gen&eacute;ricos, existen cuatro tipos de efecto: tendencias demogr&aacute;ficas, acci&oacute;n-reacci&oacute;n econ&oacute;mica, reversi&oacute;n de factores insostenibles y sucesos previstos.</p>
<p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><strong style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; ">Promover el debate&nbsp;<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
</strong>Con frecuencia, las estructuras verticales de las empresas inhiben el flujo de ideas o propuestas desde abajo. En las reuniones, la gente acostumbra coincidir con el superior que las dirige.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
En compa&ntilde;&iacute;as muy jer&aacute;rquicas, los empleados aguardan que hable el ejecutivo m&aacute;s empinado y, luego, el efecto &ldquo;pensamiento &uacute;nico&rdquo; (muy com&uacute;n tambi&eacute;n en los Gobiernos) m&aacute;gicamente refleja las ideas del jerarca, las tenga o no. Evaluar escenarios, por el contrario, permite a las organizaciones salir de esa trampa dando &ldquo;asilo pol&iacute;tico&rdquo; a los disidentes y dej&aacute;ndolos opinar.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
En empresas o conglomerados grandes, el pensamiento &uacute;nico suele imponer el statu quo desde arriba. Despu&eacute;s de todo, mucho dinero se ha invertido en determinados futurables y las carreras de los ejecutivos involucrados correr&iacute;an peligro si se cuestionasen las estrategias en marcha.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Hacerlo no es f&aacute;cil para los de abajo, pues adem&aacute;s arriesgan poner en tela de juicio medidas de los superiores. En cambio, trabajar con escenarios ofrece la posibilidad de discutir hip&oacute;tesis alternativas que desplacen efectos o presunciones ya no convalidadas por la realidad.&nbsp;<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Generar un amplio conjunto de escenarios apropiadamente flexibles, empero, suele paralizar a los ejecutivos, particularmente en el incierto clima financiero actual. Esos niveles tienden a creer que &ndash;en realidad&ndash; saben qu&eacute; suceder&aacute; y definen estrategias de sobrevivencia, cifradas en la confianza de quienes las aplican… aunque sean incorrectas.</p>
<p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><strong style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; ">Par&aacute;bola del alce<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
</strong>Ante un amplio surtido de consecuencias posibles, existe el riesgo de actuar como un alce encandilado por luces altas. En esa emergencia, las empresas se confunden, pierden orientaci&oacute;n y no cambian nada, inmovilizadas por el incierto futuro que se les viene encima.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
La respuesta adecuada es elegir la perspectiva m&aacute;s probable y formular un plan basado en ella. Este deber&aacute; prever contingencias claras si otro escenario &ndash;no imaginado&ndash; empieza a emerger en el horizonte. Sin embargo, la mera presencia de diversas posibilidades no har&aacute; olvidar que la empresa precisa un plan claro.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Pero no es f&aacute;cil quebrar resistencias ideol&oacute;gicas. Por ejemplo, el director ejecutivo de un grupo industrial multinacional sosten&iacute;a que los escenarios representan una abdicaci&oacute;n del liderazgo interno. A su criterio, un conductor debe instalar su visi&oacute;n del futuro y hacer que el resto de la empresa lo siga. &ldquo;Los l&iacute;deres &ndash;sol&iacute;a decir&ndash; no describen tres o cuatro concepciones del porvenir y reclama que lo acompa&ntilde;en, si bien no saben ad&oacute;nde&rdquo;.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Por el contrario, un l&iacute;der puede aprovechar escenarios sin abandonar su papel. Pero &ndash;observa Roxburgh&ndash; &ldquo;no deber&aacute; comunicarse con la organizaci&oacute;n v&iacute;a esos pron&oacute;sticos. No obstante, tampoco dejar&aacute; de analizar su extensa gama de posibilidades&rdquo;.&nbsp;<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Un detalle adicional: los escenarios ayudan a que los l&iacute;deres no parezcan est&uacute;pidos. Aquella serie de opciones &ndash;aun si no se discuten p&uacute;blicamente&ndash; puede impedir que se hagan declaraciones capaces de ser desmentidas por la aparici&oacute;n de situaciones extremas. Por ejemplo, las autoridades reguladoras irlandeses proclamaban, a principios de la crisis sist&eacute;mica, que la red bancaria estaba bien capitalizada y resistir&iacute;a cualquier cimbronazo. Meses despu&eacute;s, tiraron la toalla y recapitalizaron varios bancos.</p>
<p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><strong style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; ">No a la autocomplacencia</strong><br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Una de las peores trampas en el mal uso de escenarios es la autocomplacencia, cifrada en suponer que se han cubierto todas las contingencias. En este plano, las conductas no difieren de las habituales en modelos de valor en riesgo, cuando un banco cree falsamente que todo va bien hasta que es tarde.&nbsp;<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Esa clase de modelos elabora para los banqueros proyecciones probabil&iacute;sticas sobre qu&eacute; ocurrir&aacute; en 99% de los casos y genera una falsa sensaci&oacute;n de seguridad. Pero el remanente 1% puede esconder una cat&aacute;strofe. Por ende, crear escenarios que no cubran todas las posibilidades puede dejar expuestas las empresas en el momento de mayor autocomplacencia.&nbsp;<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
&ldquo;La amplitud de un juego de proyecciones &ndash;se&ntilde;ala Roxburgh&ndash; puede probarse identificando acontecimientos extremos (baja probabilidad, resultados de alto impacto) durante 30 &oacute; 40 a&ntilde;os. Luego, ha de comprobarse si el escenario actual tiene elementos comparables. Obviamente, esos eventos nunca pueden definir un escenario central. Pero las compa&ntilde;&iacute;as deber&iacute;an saber c&oacute;mo actuar si, por ejemplo, surge otra mutaci&oacute;n violenta del virus HINI o estalla una guerra en su &aacute;rea de negocios.</p>
<p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><strong style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; ">Escenarios &uacute;tiles y descartables</strong><br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
A veces, los escenarios m&aacute;s interesantes parecen poco plausibles en un primer momento. Entonces &iquest;cu&aacute;nto tiempo una compa&ntilde;&iacute;a deber&iacute;a archivar un escenario, sin borrarlo? Por cierto, estos ejercicios han de tratarse din&aacute;micamente. Dependiendo del grado de detalle pretendido, algunos tendr&aacute;n pocos meses de sobrevida y otros ser&aacute;n &uacute;tiles a&uacute;n al cabo de a&ntilde;os.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Un escenario, pues, es algo vivo y mejora si se lo revisa cada tanto. Por otro lado, es conveniente agregar un escenario cuando se descarta otro. Ello plantea un dilema: saber cu&aacute;ndo eliminarlos del todo.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Finalmente, hay una instancia donde los estrategas no querr&aacute;n usar escenarios: cuando las incertidumbres son tan grandes que nada puede armarse adecuadamente con nivel alguno de precisi&oacute;n. As&iacute; como ciertas proyecciones evitan el pensamiento &uacute;nico, otras generan pensamiento &uacute;nico propio.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
&ldquo;Si todos en una entidad &ndash;explica Roxburgh&ndash; creen que el contexto puede dividirse en forma de cuadr&aacute;ngulo, solo habr&aacute; cuatro tipos de efectos posibles. Eso es muy peligroso. Los estrategas, entonces, no deben suponer que tienen a mano todos los escenarios posibles o probables, porque su universo realmente los desborda&rdquo;.</p>
<p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><strong style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; ">Igual, hacen falta cuatro variantes<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
</strong>Aun con las prevenciones enunciadas, un escenario debe abarcar al menos cuatro alternativas. T&eacute;cnicamente, claro, puede proyectarse una extens&iacute;sima variedad de situaciones. De por s&iacute; solas, las combinaciones entre tres factores generar&aacute;n 27 contextos.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Pero muchos de ellos ser&aacute;n imposibles de cristalizar, pues las variables pocas veces resultan totalmente interconexas. Por lo com&uacute;n, podr&aacute;n reducirse a cuatro o cinco futuros posibles.&nbsp;<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
&iquest;C&oacute;mo resolver esa clase de tensiones? Una forma consiste en multiplicar dobles juegos empleando todas las combinaciones posibles entre cuatro o cinco incertidumbres claves. Pronto se ver&aacute; que algunas son f&aacute;ciles de correlacionar y pueden combinarse, en tanto otras no pueden motivar ni sostener escenarios propios.</p>
<p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><strong style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; ">Siempre, un caso b&aacute;sico o central</strong><br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Este punto revierte al ejecutivo que ve&iacute;a los escenarios como abdicaci&oacute;n del liderazgo personal. Est&aacute; muy bien presentar proyecciones, pero quienes deben luego sopesarlas y tomar decisiones esperar&aacute;n obtener primero puntos de vista espec&iacute;ficos sobre el futuro.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
El escenario con mejores probabilidades deber&iacute;a siempre identificar un caso b&aacute;sico y mimetizarse con &eacute;l. Si fuera imposible, al menos tendr&iacute;a que establecer un caso central, en forma cristalina, definiendo grados de certeza, alternativas y estrategias flexibles al respecto.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Estos esfuerzos ponen en tela de juicio el pensamiento &uacute;nico. Sus adalides ejecutivos desde&ntilde;an a los mismos audaces iconoclastas que los escenarios promueven. Este grupo tiene la virtud de sorprender y hacer reflexionar. Si todos los escenarios de una empresa son completamente previsibles &ndash;convencionalmente buenos, malos o mixtos&ndash;, carecer&aacute;n de valor. Por el contrario, se impondr&aacute;n los fundados en nuevas percepciones que el resto de una organizaci&oacute;n no supo advertir.&nbsp;<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
En una oportunidad, a mediados de 2008, cuando el barril de crudo costaba US$ 120, Roxburgh present&oacute; un escenario de US$ 70. Alguien le pregunt&oacute; qu&eacute; pasar&iacute;a si el petr&oacute;leo cayese a US$ 10. El experto excluy&oacute; un extremo tan radical, pero record&oacute; que ese piso se hab&iacute;a perforado hac&iacute;a poco m&aacute;s de 25 a&ntilde;os. No era una simple hip&oacute;tesis.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Sin duda, los escenarios no deben limitarse a datos de corta historia y remontarse lo m&aacute;s lejos posible en el pasado. Si existiese una serie de 300 a&ntilde;os, ser&iacute;a &uacute;til emplearla. Por otra parte, muchas remiten a algunos decenios pero, aun as&iacute;, son m&aacute;s instructivas que las habituales en las aplicadas a prognosis en el sector privado.</p>
<p style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 15px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; "><strong style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; ">De tigres y tiburones<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
</strong>En otro plano, cambios insignificantes en un entorno pueden surtir efectos enormes. Roxburgh apela como ejemplo al tigre dientes de sable. &ldquo;Era una subespecie capaz de atrapar y matar animales m&aacute;s grandes. Pero, al modificarse el ambiente, esos mam&iacute;feros se extinguieron y, con ellos, el tigre dientes de sable: sus fauces ya no serv&iacute;an para cazar animales m&aacute;s chicos y peludos. Por el contrario, un depredador gen&eacute;rico, el tibur&oacute;n, sigue tan campante con 100 millones de a&ntilde;os encima.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Un negocio en exceso especializado arriesga el destino de aquel tigre si cambia su entorno operativo. Muchos modelos exitosos siguen altamente segmentados. Por tanto, no debe jam&aacute;s esperarse que el triunfador de hoy contin&uacute;e si&eacute;ndolo ma&ntilde;ana. Un cambio de pol&iacute;ticas financieras proyectado en Estados Unidos y la Uni&oacute;n Europea lo dice todo: en el futuro, se desmantelar&aacute;n bancos demasiado grandes, expuestos a crisis sist&eacute;micas.<br style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; " />
Por ende, los escenarios deber&iacute;an basarse en pensamiento creativo, no &uacute;nico, sobre cambios previsibles en el entorno de negocios y sus efectos en la competencia. Si el futurible (con futuro condicionado, no ocurre inevitablemente y en cambio lo hace si se cumple una condici&oacute;n) se altera en un escenario, pero los rivales siguen siendo los mismos, es probable que ese escenario no sea lo bastante imaginativo.&nbsp;</p>

Compartir:

spot_img
spot_img
spot_img
spot_img

Noticias

CONTENIDO RELACIONADO