“El tema es si la economía mostrará algún signo de recuperación después de las eleccionesâ€, comentó Hideo Kumano, economista jefe de Daiichi Life Research Institute, que predijo correctamente el nivel de confianza en la industria hoy anunciado. “Debido a que la confianza de los exportadores ha decaído tanto, aumentarán los reclamos por un yen más débilâ€.
Tras la próxima reunión del Banco de Japón, sus directivos considerarán la extensión de acuerdos de swap con la Fed, el Banco Central Europeo y Suiza, según informó el mismo banco. De hecho, el Yen cayó al mínimo de los últimos nueve meses frente al dólar, ya que los inversionistas creen que una posible victoria de la oposición -que llevaría al gobierno a Shinzo Abe, del Partido Liberal Democrático- abriría las puertas a un importante estímulo monetario.
Un yen más débil haría más competitivos los productos japoneses en el exterior y daría más valor a las repatriaciones de capital de las compañías japonesas en el exterior.
El PBI de Japón se hundió 3,5% el último trimestre, comparado con el del 2011, tras un 01% del trimestre anterior, lo que implica que la economía nipona se encuentra en recesión. A la crisis financiera europea, que impactó con fuerza en las exportaciones japonesas, se sumó el reciente conflicto con su principal socio económico –China- debido a la disputa por los islotes desiertos de Senkaku, que aún continúa y podría escalar, ya que el nuevo gobierno chino ha decidido tomar el camino de un férreo nacionalismo.
Las exportaciones japonesas a Europa vienen cayendo mes a mes desde octubre de 2011. Y las ventas de Toyota en China cayeron 22% en noviembre, comparado con el mismo mes de 2011, tras una caída de 44% en octubre y 49% en septiembre.