lunes, 25 de noviembre de 2024

La hora de la regulación y de la intervención activa

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Ya no caben dudas. El panorama se modificó sustancialmente. Estamos ante un cambio de paradigma. La actual crisis financiera marca el final de una era de capitalismo global abierto. Las gigantescas adquisiciones del Gobierno señalan una nueva era política en Estados Unidos, con más activismo federal y mayores regulaciones.

“Estos problemas no les caben a los contribuyentes. EE.UU no dispone de superávit para permitirse estos planes y eso es socialdemocracia en su peor expresión”, proclamaba el experto en historia de la política monetaria y coautor, en 1995, de una propuesta para instituir la figura de quiebra soberana. <br />
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Para George W. Bush, esta ola de turbulencias signa un final de mandato peor que el de otro republicano, Herbert C. Hoover, en 1933. Su largo gobierno, tras inaugurar otra fase de capitalismo estatal –liquidando el modelo anglosajón pergeñado por el monetarismo neoclásico–, no logra explicarle al público qué hace o por qué. <br />
Esta tarea les cabe a Henry Paulson (hombre de Goldman Sachs en el Tesoro) y Benjamin Bernanke, experto universitario en crisis financieras antes de llegar a la Reserva Federal.<br />
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El drama queda agudamente ilustrado en una viñeta que el Corriere della sera puso en primera página el jueves 18 de septiembre. La efigie de George Washington, desde un billete de dólar, le alcanza a Bush una pila de billetes. “Acá tiene el préstamo ¿y la garantía?”, inquiere. “Una hipoteca sobre la Casa Blanca –replica el entonces Presidente–, pero no le diga nada a McCain”. <br />
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Más allá de amplias diferencias entre 1929 y 2008 (entonces no había jugadores como Japón, China, India, Brasil, Rusia o los exportadores petroleros, todavía no acoplados a este desmadre), lo sucedido en Wall Street y Londres es un clásico. El negocio financiero –hoy le dicen “industria”, una ironía cruel: sólo fabrica globos– produjo dos burbujas en 12 años, la puntocom y la inmobiliaria. La segunda desembocó en una doble crisis de malas hipotecas e iliquidez. La causa final remite a los tulipanes holandeses del siglo 17: es la codicia, en contextos mal o no regulados. Los grandes pensadores de los siglos 19 y 20 llamaban a eso “capitalismo salvaje” o, sencillamente, especulación pura. <br />
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<p>La intenci&oacute;n parecer&iacute;a ser tener regulaci&oacute;n inteligente que ofrezca seguridad pero que no ahogue la innovaci&oacute;n. Reglas que inhiban el juego irresponsable sin anular la sensata toma de riesgos. Limitar los excesos durante las bonanzas y anticiparnos a la liquidaci&oacute;n de empresas cuando las cosas andan mal. Demasiado pedir.<br />
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En verdad, la idea de que estos problemas surgen de poca regulaci&oacute;n y podr&iacute;an ser resueltos con m&aacute;s regulaci&oacute;n no encaja en todas las realidades. La actual crisis financiera se centra alrededor de bancos de inversi&oacute;n altamente regulados, mientras que a los fondos de cobertura, con muy poca regulaci&oacute;n, no les est&aacute; yendo tan mal. Dos de los m&aacute;s grandes villanos fueron Fannie Mae y Freddie Mac, que, en teor&iacute;a, &ldquo;eran probablemente las instituciones financieras m&aacute;s supervisadas del mundo&rdquo;, seg&uacute;n dijo Jonathan Kay en <em>Financial Times</em>.<br />
Y sin embargo no hay consenso sobre qu&eacute; caus&oacute; esta burbuja. <br />
Algunos culpan a las pol&iacute;ticas monetarias de la Reserva Federal, pero otros dicen que la Fed s&oacute;lo tuvo un efecto marginal. Algunos argumentan que una ola enorme de inversiones fue lo que permiti&oacute; que vivi&eacute;ramos por encima de los medios existentes, mientras otros dicen que malas regulaciones contables despu&eacute;s de Enron crearon una reacci&oacute;n en cadena de p&eacute;rdidas. <br />
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No hay una explicaci&oacute;n clara sobre el pasado, y sin embargo se pondr&aacute; el acento en regulaciones que interpretar&aacute;n el presente y diagnostiquen el futuro. Ser&aacute; interesante comprobar c&oacute;mo va a ser el pr&oacute;ximo modelo de negocios de Wall Street, y en qu&eacute; se diferenciar&aacute; la pr&oacute;xima crisis de la actual. <br />
Entre tantas voces, algunas antiguas reclaman por el mito perdido: los mercados se regulan solos. Allan Meltzer (viejo conocido de la Argentina durante la d&eacute;cada pasada), inflexible a sus 80 a&ntilde;os, sostuvo que los malos banqueros &ldquo;no deben ser financiadas por los contribuyentes&rdquo;. No estaba solo.<br />
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