Es la cabeza del constructor y el sombrero del inversor

La imaginación al poder: Syasa nació hace 15 años e impulsó en la Argentina el “gerenciamiento de proyectos”, un sistema distinto para administrar la construcción. Con aciertos y errores, desde hace un lustro apuestan al crecimiento internacional. La crisis les reveló la importancia del tablero de control.

6 noviembre, 2009

<p>Por Javier Rodr&iacute;guez Petersen<br />
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Son constructores y lo remarcan. Pero operan con un sistema sustancialmente distinto al tradicional. Se presentan como &ldquo;gerenciadores de la construcci&oacute;n&rdquo;, que es la forma en la que tradujeron al castellano<em> &ldquo;construction management&rdquo;</em>, un concepto relativamente nuevo en la Argentina pero bastante m&aacute;s antiguo en Estados Unidos y Europa.<br />
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&ldquo;Syasa &ndash;dice Rodolfo Seminario, fundador y presidente de la compa&ntilde;&iacute;a&ndash; es un grupo que se dedica a construir con un sistema particular en la forma de contratar el conjunto de la obra&rdquo;. Y explica: &ldquo;Tradicionalmente, el inversor o cliente busca un ingeniero o arquitecto que dise&ntilde;a la casa o la planta, y luego busca un constructor&rdquo;. Pero en el esquema en el que se inserta su empresa, desde el inicio del proyecto aparece junto al arquitecto o ingeniero y el inversor/cliente la figura del gerenciador o manager, que tendr&aacute; a cargo la construcci&oacute;n con algunas caracter&iacute;sticas especiales.<br />
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&ldquo;En el sistema tradicional &ndash;puntualiza Seminario&ndash;, se genera un di&aacute;logo entre el cliente y el arquitecto o ingeniero sin que aparezca el constructor. En todo proyecto, las posibilidades de cambio y mejora van reduci&eacute;ndose con el tiempo y es en la primera etapa en la que se pueden plantear cambios y optimizar resultados. Si el constructor (tradicional) aparece desde el principio, propone las soluciones que cree mejores, pero quiz&aacute;s descarta otras&rdquo;.<br />
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Para llevar algo m&aacute;s de claridad sobre el sistema, el presidente de Syasa sostiene que su servicio es &ldquo;poner la cabeza del constructor con el sombrero del inversor&rdquo;. As&iacute;, dice, &ldquo;en el arranque del proyecto, lo primero que uno se pregunta es c&oacute;mo se hace&rdquo;, y es interviniendo en ese momento en el que &ldquo;se pueden plantear cambios que m&aacute;s adelante ser&iacute;an muy caros o traum&aacute;ticos para darle al proyecto&rdquo; lo que los ingenieros llaman &ldquo;constructibilidad&rdquo;.<br />
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En plan de publicidad, habla de otra ventaja: &ldquo;Cuando empieza el proyecto, suele haber una brecha muy grande entre los costos posibles (m&iacute;nimo y m&aacute;ximo) que se va achicando m&aacute;s tarde; participando desde el principio, se puede ir calculando el impacto de las grandes decisiones&rdquo;.<br />
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Como pasa con muchas constructoras &ndash;ya lejos de los modelos en los que ten&iacute;an carpinter&iacute;a, yeseros y talleres&ndash;, la construcci&oacute;n propiamente dicha queda en manos de subcontratistas. &ldquo;A veces son empresas importantes y otras, meros proveedores de mano de obra&rdquo;, menciona Seminario. Y tambi&eacute;n ac&aacute; lleva agua para su molino: &ldquo;Nuestro sistema permite acomodar un problema que tiene la construcci&oacute;n. En el sistema tradicional, el cliente acuerda un precio con el contratista, que se queda con un resultado aislado cuya optimizaci&oacute;n pasa por c&oacute;mo negocie con los subcontratistas; ah&iacute; aparece la contradicci&oacute;n de intereses, porque siempre se trata de ajustar el precio de los subcontratos. En nuestro sistema, el cliente puede elegir un subcontratista m&aacute;s caro, pero que es el que quiere. Y aunque algunos se enojen, la verdad es que hoy la calidad del subcontratista es lo que hace a la calidad de la obra&rdquo;.</p>
<p><strong>&ndash;&iquest;Qui&eacute;nes son sus clientes?</strong><br />
&ndash;Inversores de diferente tipo: industriales, de desarrollo inmobiliario y algunas obras p&uacute;blicas, como el Col&oacute;n, en el que por razones de distinta &iacute;ndole se hicieron una gran cantidad de contratos separados pero luego hab&iacute;a que juntarlos y cuando el Gobierno vio la situaci&oacute;n busc&oacute; a alguien que los aglutinara.</p>
<p><strong>&ndash;&iquest;C&oacute;mo los afect&oacute; el parate de la construcci&oacute;n?</strong><br />
&ndash;Trabajamos en la Argentina, Per&uacute;, Panam&aacute; y M&eacute;xico. La reacci&oacute;n de los mercados es diferente, pero en todos hay un com&uacute;n denominador: la inversi&oacute;n en este tipo de activos ha bajado notablemente, en el orden de 30 &oacute; 40%, con industrias que lo sintieron m&aacute;s, como la minera, y menos, como el gas y petr&oacute;leo. Y esta baja va a redundar seguramente en esta actividad. Hay proyectos importantes cuyo inicio se pospuso.</p>
<p><strong>&ndash;&iquest;Y con proyectos en marcha?</strong><br />
&ndash;No hemos tenido ning&uacute;n problema de ese tipo en la Argentina. S&iacute; en M&eacute;xico, donde se pararon obras en ejecuci&oacute;n.</p>
<p><strong>&ndash;&iquest;Cu&aacute;ndo puede llegar la reactivaci&oacute;n?</strong><br />
&ndash;Hay dos problemas. Uno es de confianza. Y el otro es que la construcci&oacute;n va a tener que acostumbrarse a un nivel de precios distinto, sobre todo en el mercado inmobiliario: ya han bajado, van a bajar y no s&eacute; cu&aacute;nto tardar&aacute;n en recuperarse.</p>
<p><strong>&ndash;&iquest;Hab&iacute;an hecho alguna previsi&oacute;n que les permitiera amortiguar el golpe?</strong><br />
&ndash;Lamentablemente est&aacute;bamos muy concentrados en el mercado mexicano. Este es un mercado de largo plazo. Cuando esto empez&oacute;, en septiembre u octubre del a&ntilde;o pasado, empezamos a ver c&oacute;mo adaptar nuestro presupuesto a lo que estaba sucediendo, conoc&iacute;amos las dificultades de nuestros clientes y hemos actuado con mucha cautela. Hay que decir que no manejamos cosas como <em>stock</em>, que pueden tener un impacto muy negativo.</p>
<p><strong>&ndash;&iquest;Tienen algo as&iacute; como un departamento de planificaci&oacute;n estrat&eacute;gica?</strong><br />
&ndash;Hasta ahora no. S&iacute; estamos estableciendo un tablero de control, producto de la situaci&oacute;n que nos ha llevado a pensar c&oacute;mo optimizar los resultados y aumentar la eficiencia, y empezamos a usar alguna herramienta nueva que nos prenda luces rojas.</p>
<p><strong>&ndash;&iquest;Piensa que hubiese sido bueno haberlo tenido antes?</strong><br />
&ndash;Por lo menos nos hubiese planteado el riesgo de tener mucha actividad concentrada con un cliente y habr&iacute;amos podido limitarlo. Con esta herramienta, si ese cliente nos llama, por lo menos podemos pensar si le decimos que s&iacute; o que no y no hacer lo que habitualmente se hace, que es meterle para adelante en aras de aumentar el volumen.</p>
<p><strong>&ndash;&iquest;C&oacute;mo vivi&oacute; la crisis de 2001?</strong><br />
&ndash;La sobrevivimos con un golpe de suerte, que fue Camisea (el megaproyecto gas&iacute;fero en Per&uacute;). Tuvimos un ajuste, como todo el mundo, pero con eso y alguna otra cosa ac&aacute;, sobrevivimos.</p>
<p><strong>&ndash;&iquest;Cu&aacute;l es su rol como presidente de una empresa que trabaja en cuatro mercados diferentes?</strong><br />
&ndash;Cada uno de los sectores (mercados) tiene un responsable operativo que es el que maneja realmente el &aacute;rea o, eventualmente, dos &aacute;reas. Mi funci&oacute;n es de fijaci&oacute;n de estrategias, de pensar y de relaci&oacute;n con los clientes.</p>
<p><strong>&ndash;&iquest;Cu&aacute;nta interrelaci&oacute;n tienen los responsables de los distintos mercados?</strong><br />
&ndash;Tenemos una organizaci&oacute;n particular en la que los responsables del &aacute;rea tienen una participaci&oacute;n en la empresa y hay un sistema que tiene en cuenta las interrelaciones y el apoyo. Tenemos como objetivo fundamental que haya un inter&eacute;s de equipo tan importante como el de cada &aacute;rea.</p>
<p><strong>&ndash;&iquest;Los equipos de las distintas &aacute;reas son m&oacute;viles?</strong><br />
&ndash;No es f&aacute;cil movilizar a la gente porque son proyectos a largo plazo, pero no dejamos de tener una movilidad relativa. Ahora, por ejemplo, tenemos un proyecto en Per&uacute; y otro en Panam&aacute; que van a ser atendidos desde la Argentina, por las caracter&iacute;sticas en cuanto al tiempo y el cliente; pero si el d&iacute;a de ma&ntilde;ana el contrato se hace a largo plazo, seguramente habr&aacute; un equipo ad hoc para esos proyectos.</p>
<p><strong>&ndash;Algunos de sus proyectos emblem&aacute;ticos tienen relaci&oacute;n con el lujo, como El Porte&ntilde;o del Faena District o la remodelaci&oacute;n de la sede central del BankBoston (hoy Standard Bank). &iquest;C&oacute;mo cree que va a pegar el cimbronazo en este segmento?</strong><br />
&ndash;Creo que, en este pa&iacute;s, los proyectos inmobiliarios de muy buen nivel se van a vender siempre; es lo que tradicionalmente ha pasado y creo que seguir&aacute; pasando.</p>
<p><strong>&ndash;Los inversores, &iquest;tambi&eacute;n lo ven as&iacute;?</strong><br />
&ndash;Los de muy buen nivel, y no me refiero a los megaproyectos sino a proyectos chicos, siguen y van a seguir funcionando. El edificio del Faena se vendi&oacute; rapid&iacute;simo y lo hicimos en plena crisis de 2001/2002.</p>
<p><strong>&ndash;Usted present&oacute; la forma de operar de Syasa como innovadora&hellip;</strong><br />
&ndash;Lo fue en la Argentina. No la inventamos nosotros. Tom&oacute; mucho auge en Estados Unidos a mediados de los 60 y se trabajaba as&iacute; en Inglaterra. Eramos un grupo de gente que sal&iacute;a de empresas constructoras sin el capital pero con la <em>expertise</em> para hacer una constructora. Y esta era una alternativa para trabajar en lo que nos gustaba y de lo que sabemos sin la necesidad del capital con el que no cont&aacute;bamos para estar en el volumen de obras que quer&iacute;amos hacer.</p>
<p><strong>&ndash;&iquest;C&oacute;mo se le ocurri&oacute;?</strong><br />
&ndash;Siempre me llamaron la atenci&oacute;n, en Estados Unidos, los carteles de las obras que mencionaban el <em>construction manager,</em> algo que yo no sab&iacute;a qu&eacute; era. En una ocasi&oacute;n le ped&iacute; a un vendedor libros de contratos de construcci&oacute;n y me pregunt&oacute; si quer&iacute;a un libro de<em> construction management;</em> le dije que s&iacute; y ah&iacute; empec&eacute; a leer y estudiar.</p>
<p><strong>&ndash;O sea que le agradece a la casualidad y a ese vendedor.</strong><br />
&ndash;S&iacute;, porque inclusive hoy hay colegas que no entienden c&oacute;mo funciona esto, que no somos consultores sino constructores que construimos bajo una forma particular de contrataci&oacute;n.</p>
<p><strong>&ndash;En los 15 a&ntilde;os de la empresa, &iquest;cu&aacute;l fue el mayor acierto?</strong><br />
&ndash;Abrirnos a Am&eacute;rica latina. En plena crisis se nos dio la oportunidad y la aprovechamos. En realidad, a Per&uacute; fuimos antes (con Camisea), pero no tuvimos la visi&oacute;n estrat&eacute;gica de aprovechar y quedarnos, a diferencia de lo que hicimos por ejemplo en M&eacute;xico.</p>
<p><strong>&ndash;Y adivino que el mayor error estrat&eacute;gico fue no quedarse en Per&uacute;&hellip;</strong><br />
&ndash;Fue no haber visto que pod&iacute;amos actuar de otra forma y poner en el mercado una obra que ten&iacute;a real inter&eacute;s, un proyecto que lleg&oacute; a mover 5% del PBI peruano y que era una gran carta de presentaci&oacute;n. Nos equivocamos. Ahora tenemos otra idea con respecto a estas cosas.</p>
<p><strong>&ndash;&iquest;D&oacute;nde piensa que va a estar Syasa en cinco o seis a&ntilde;os?</strong><br />
&ndash;Deber&iacute;amos estar entre 100 y 150% arriba de las ventas de hoy. Y en los mismos mercados, atendi&eacute;ndolos. Panam&aacute; es estrat&eacute;gico y nuestra idea es atender la zona de Centroam&eacute;rica. Por supuesto, todo depender&aacute; de c&oacute;mo venga el mercado.</p>
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<p><font color="#dd5d3f"><strong>De mercados y garant&iacute;as</strong></font></p>
<p>Seminario elogia al mexicano, al que califica como &ldquo;muy fuerte y pujante&rdquo;, del que destaca su &ldquo;clase dirigente profesionalmente muy calificada, con idiomas y posgrados y con ingenieros de primer nivel&rdquo;, aunque advierte que &ldquo;ha perdido el profesional medio, el que trabaja en relaci&oacute;n de dependencia&rdquo;. Tambi&eacute;n dice que all&aacute; &ldquo;se mira siempre adelante y se busca el mejor dise&ntilde;o, algo que no siempre pasa en la Argentina&rdquo;.<br />
De Panam&aacute;, dice que es un mercado &ldquo;totalmente distinto, con inversores de otro volumen, tama&ntilde;o y potencia&rdquo;, aunque es estrat&eacute;gico para atender a otros pa&iacute;ses de Centroam&eacute;rica.<br />
Sobre la Argentina, afirma que los grandes problemas son &ldquo;la imprevisibilidad&rdquo; y &ldquo;la no confiabilidad del Estado como cliente&rdquo;. Al respecto cuenta una an&eacute;cdota: hablando sobre la construcci&oacute;n de c&aacute;rceles (&ldquo;reclusorios, como los llaman en M&eacute;xico&rdquo;), se&ntilde;al&oacute; como problema que se trata de una suerte de hoteles siempre llenos pero en los que el &uacute;nico cliente es el Estado, con el riesgo que eso implica; ante la mirada interrogante de sus interlocutores, aclar&oacute; que estaba pensando en el Estado argentino. En resumen: &ldquo;Que el Estado no sea una garant&iacute;a para el inversor tiene un impacto enorme&rdquo;.</p>
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<p>&nbsp;</p>
<table width="500" cellspacing="0" cellpadding="0" border="0" bgcolor="#eeecda">
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<p><font color="#dd5d3f"><strong>Perfil</strong></font></p>
<p>Rodolfo Seminario tiene 70 a&ntilde;os. Es porte&ntilde;o, ingeniero civil y fund&oacute; Syasa tras su desvinculaci&oacute;n de &ldquo;una de las principales constructoras de la Argentina&rdquo;. Hace m&aacute;s de cuatro d&eacute;cadas, vivi&oacute; un a&ntilde;o en Inglaterra, adonde fue a especializarse en &ldquo;construcci&oacute;n pesada&rdquo;. Y, por cuestiones laborales, tambi&eacute;n pas&oacute; un lustro en Paraguay. Desde hace mucho, los viajes son una constante. Primero por trabajo, luego por placer y ahora, otra vez por trabajo. Sobre la experiencia de conocer otras tierras, dice: &ldquo;Un amigo de muchos dichos dec&iacute;a &lsquo;el pajarito ense&ntilde;a&rsquo;, refiri&eacute;ndose al avi&oacute;n. Ver cosas distintas permite comparar, ver cosas buenas y malas. Y eso es lo que a uno le crea la posibilidad de tomar mejores decisiones&rdquo;. No tiene un libro de cabecera y elige la historia sobre la ficci&oacute;n. Tambi&eacute;n, dice, compra &ldquo;muchos&rdquo; libros de construcci&oacute;n. De hecho, de la intriga que le causaban los carteles en las rutas y de un texto al que lleg&oacute; por casualidad le debe la idea en torno a la cual desarroll&oacute; su empresa.</p>
</td>
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