De manera que sigue en pie uno de los mayores obstáculos en las conversaciones comerciales con Asia Pacífico.
A pesar de declaraciones alentadoras de Obama y el primer ministro japonés Shinzo Abe, los negociadores no pudieron superar las diferencias sobre aranceles agrícolas japoneses y el comercio automotor.
Luego de las negociaciones que se prolongaron hasta la noche del jueves, Akira Amari, ministro de economía que además encabeza el equipo negociador, dijo que “hubo progreso pero no acuerdo”. El vocero del equipo norteamericano, por su parte, declaró que se había avanzado mucho en las conversaciones que continuaron hasta una hora antes de que Obama dejara Tokio para Seoul el viernes.
Tanto Abe como Obama tienen, en sus respectivos países, mucha oposición política a un acuerdo comercial de ese tipo, con influyentes lobbies agrícolas e industriales. Pero también ambos manifestaron que estaban decididos a lograr un acuerdo, que califican como parte de un proyecto más grande.
Las charlas entre Japón y Estados Unidos se centraron en agricultura y autos. Estados Unidos busca más acceso a los mercados automotor y agrícola de la isla aunque Japón ha prometido hacer todo lo que pueda para proteger productos políticamente sensibles como carne de vaca, de cerdo y arroz. A cambio, Japón quiere que Estados Unidos elimine los actuales aranceles sobre autos importados y camiones livianos.
Cuando se logre el acuerdo que esta vez no fue, será de gran significación para los países del TPP. Los principales negociadores de los 12 países del YPP se reunirán en mayo en Vietnam. El no haber conseguido acuerdo este jueves en Japón será un gran inconveniente.
De manera bastante poco diplomática, el número dos del gobierno y ministro de Finanzas, Taro Aso, advirtió que no habría avance en este tema hasta las elecciones de medio mandato de noviembre en Estados Unidos.
“Obama no es lo suficientemente poderoso como para consolidar todas las opiniones en su país” antes de esos comicios, afirmó.