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<p><img alt="" src="../../../../mercado/ro/imagenes/foto_nota_1121_48_1.jpg" /><br />
Gustavo Grobocopatel<br />
Foto: gabriel Reig</p>
<p>Debido a numerosos desafíos de tipo geográfico y geopolítico, América latina ocupa tradicionalmente puestos bajos en muchos de los <em>rankings</em> mundiales. Pero el cuadro completo está diciendo algo más; el contraste entre la idea popular y la actividad real solo sirve para hacer más impresionantes los saltos tecnológicos de la región. <br />
“Por lo general medimos la innovación de manera muy tradicional,” dice Lourdes Casanova, investigadora del INSEAD en <em>management</em> comparativo y una de las autoras de InnovaLatino. “La medimos por inversiones, por I+D, por patentes, por número de personas con doctorados y por número de trabajos publicados”. <br />
Los resultados del informe muestran que esas mediciones son insuficientes para crear un cuadro verdadero del potencial en América latina, donde a pesar de los rankings tradicionalmente bajos, hay un alto nivel de innovación que no aparece en los rankings. “La innovación en América latina no viene de fuentes tradicionales”, añade la investigadora.</p>
<p><strong>Eficiencia pública y privada </strong><br />
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La economía de América latina sigue basada en las materias primas, básicamente agricultura y recursos naturales. El organismo brasileño para la innovación, FINEP, cumplió un papel decisivo en fomentar la actividad innovadora otorgando subsidios a instituciones sin fines de lucro como universidades y centros de investigación y dando préstamos a empresas grandes y pequeñas. <br />
La Corporación Brasileña para la Investigación Agrícola (EMBRAPA), por ejemplo, es una institución pública, en gran medida responsable de mucho del éxito brasileño en convertirse en gigante agrícola, mediante el compromiso con el desarrollo sustentable, el conocimiento y la generación y transferencia de tecnología. “Hoy, Brasil es la segunda potencia agrícola del mundo después de Estados Unidos”, dice Casanova.<br />
En Colombia, una iniciativa conducida por el sector de tecnologías de información y comunicación dio a la Federación Nacional de Productores de Café un “sistema de identificación inteligente”, un servicio de banca móvil que permite a los agricultores monitorear, desde sus teléfonos móviles, los precios del café en las últimas cinco transacciones en el mercado.<br />
En el sector privado, América latina está redefiniendo los negocios globales. La firma argentina Los Grobo, por ejemplo, es una de las más grandes productoras de grano y proveedoras de servicios agrícolas del mundo, sin embargo, su modelo de negocio está basado no en la propiedad de la maquinaria agrícola sino en una red de 3.800 productores agrícolas pequeños y medianos.<br />
América latina presta particular atención a los temas verdes (es la segunda región productora de biocombustibles del mundo, detrás de la Unión Europea) y el informe predice que Brasil podría pasar pronto a la producción de segunda generación de biocombustibles. <br />
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<strong>Educación e innnovación social</strong><br />
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Pero no todo habla de tecnología. Detrás de toda gran innovación está el talento humano y la clave es la educación. “Estas grandes instituciones públicas y privadas no solo están fomentando innovación”, dice Casanova. “Muchas pequeñas empresas tienen líderes jóvenes que han sido educados en las mejores universidades del mundo y luego vuelven a sus países de origen con una “misión global”, listos para iniciar sus empresas con una visión global en mente”.<br />
“Tenemos una serie de empresas en el sector TI, en desarrollo de <em>software</em> y procesos de negocios, por ejemplo, Stefanini en Brasil; Sonda en Chile; Softtek Solutions en México –y son líderes mundiales”. <br />
“Hay tres elementos muy importantes que van a ser muy positivos en los próximos años,” dice Casanova. “El primero es el precio de los <em>commodities</em> que sigue alto y, como la región es exportadora justamente de materias primas, los ingresos adicionales pueden ayudarla a resolver sus enormes problemas sociales y así aumentar el número de los integrantes de la clase media”. Otro es el surgimiento de una nueva clase media que estimulará y aumentará la demanda y el consumo interno.</p>
En América latina la innovación no surge de fuentes tradicionales
Un informe de 2011 habla de la abundancia de innovación en la región. El INSEAD junto al Centro de Desarrollo de la OCDE encuestaron a más de 1.500 firmas de manufactura en ocho países (la Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México, Perú y Uruguay) para compilar el Informe InnovaLatino que fue financiado por Fundación Telefónica.