Consumidores más inteligentes
La adopción de los dispositivos móviles
Federico Procaccini (*)
El tema que me genera mayor optimismo y que al mismo tiempo me parece más desafiante, es la adopción definitiva de dispositivos móviles por parte de los consumidores. Los consumidores ya no “estamos” online sino que “vivimos” online. ¿Es un motivo esto para ser optimista? Sí, definitivamente, porque nos convierte en consumidores más inteligentes generando nuevas oportunidades de interacción durante el día, donde la marca ganadora será la capaz de brindar la primera respuesta relevante y de valor.
A estos consumidores hay que darles lo que quieren cuando quieren, estén donde estén. En definitiva, la experiencia del usuario está fragmentada en muchos micromomentos: pequeños momentos que importan mucho, donde necesitan una respuesta efectiva e inmediata. Muchas marcas aún creen que los consumidores son leales a las marcas por siempre y ese es un gran error. En esta nueva generación de consumidores, ellos son fundamentalmente leales a sus necesidades, mucho más que a las marcas. Ellos quieren ir a algún lado, o hacer algo o comprar algo y lo quieren en el momento, siendo más exigentes que nunca. En el mundo, 7 de cada 10 usuarios online afirman que la calidad, la velocidad y la relevancia de los mensajes que les da una empresa son influencia directa en su percepción de marca. En esos momentos nos están dando la oportunidad de mostrar nuestra mejor cara, nuestro mejor beneficio, nuestra diferencia competitiva, y la mayoría de las marcas aún están ausentes en este campo virtual y móvil, cuando es justamente allí donde todo comienza, en la relación con sus clientes.
Este es un gran desafío para las organizaciones. El mundo móvil es donde deben invertir para ganar, pero no han percibido aún el sentido de urgencia de este cambio tanto abrupto como acelerado. Las marcas tienen que ponerse rápidamente a disposición de estos usuarios en un escenario donde 6 de cada 10 argentinos conectados ya acceden a Internet desde celulares. La lealtad a una marca es algo que se pelea en cada micromomento.
En Google, además de ayudar a las empresas y a las agencias de publicidad a comprender este fenómeno, estamos innovando con soluciones para responder a este cambio de la mejor manera y rápidamente. Todos estos factores configuran un nuevo panorama comercial para el que todos debemos estar listos y aprovechar cada nueva oportunidad que se nos presenta abrazando el cambio y la innovación. Entre todos estamos forjando un nuevo estilo de marketing ¿cómo entonces no ser optimistas?
(*) Director General de Google Argentina.
La tecnología como herramienta
La colaboración en el bien común
Matías Kelly (*)
Los problemas que nos rodean son infinitos; pobreza, hambre, exclusión, violencia, desigualdad y mal uso de los recursos que nos regala el planeta, por enumerar solo algunos.
Constantemente me surge la pregunta acerca de cómo podemos lograr el mayor impacto social, es decir, cómo podemos solucionar los problemas existentes en el mundo, invirtiendo la menor cantidad de esfuerzos, en el menor período de tiempo.
Esa respuesta la encuentro siempre en la colaboración. En la interacción, integración, compromiso de un número de personas, organizaciones, gobiernos, instituciones que se mueven hacia una misma meta: el bien común.
Vivimos en un contexto de cambio sin precedentes. La tasa de aceleración de los cambios aumenta exponencialmente. La tecnología nos permite derribar todo tipo de barreras.
¿Y qué pasa cuando la tecnología es utilizada para generar cambios positivos, para solucionar problemas, para brindar plataformas de colaboración entre personas de cualquier rincón del mundo?
Rosa pudo obtener su respirador, luego de que 60.000 personas se involucraran con su problema y firmaran para apoyar su petición, a través de la plataforma change.org.
El ciudadano de hoy está más empoderado que nunca y tiene acceso a nuevos espacios de colaboración con posibilidades de aportar concretamente al crecimiento de economías más justas, que se orienten al bien común. Es por eso que junto a más de 30 organizaciones de todo el país decidimos utilizar la tecnología como herramienta para que el ciudadano pueda exigir a los próximos gobernantes políticas públicas que fomenten una economía más humana. Las propuestas son subidas a la plataforma abierta y colaborativa #101soluciones y luego se entregarán en formato libro a los principales candidatos a presidente para que se comprometan a llevar a cabo lo que las necesidades del mundo de hoy y cada vez más personas, unidas, demandan.
Lo que podemos lograr y lo que se está logrando a través de la colaboración es inmensurable. Ahí recae mi mayor optimismo para el año 2016.
(*) Director ejecutivo de Ashoka.
El cambio
Debate de prioridades
Andy Freire (*)
A WistonChurchil le atribuyen una frase con la que coincido plenamente: “Mejorar es cambiar; así que para ser perfecto hay que haber cambiado a menudo”. El cambio ?sobre todo para un emprendedor? puede ser sinónimo de oportunidad y, si es percibido de ese modo, implica encararlo con una alta dosis de optimismo.
Nadie puede negar que el 2016 será para Argentina un año plagado de cambios. Y no me refiero a él en términos ideológicos como generalmente es planteado en las campañas electorales. Me refiero al cambio desde su perspectiva más naif: algo será distinto. Un gobierno habrá concluido y llegará uno nuevo.
Es por esa situación que cualquiera sea el escenario, se redefinirán muchas visiones sobre lo que vendrá en nuestro país. O sea, sobre cómo intentaremos ser mejores de lo que somos. Si bien cada uno de nosotros puede tener mayor o menor afinidad con el rumbo que tome la mudanza que vendrá, todos tenemos la oportunidad (y esto es lo que me genera gran optimismo) de debatir qué es lo que creemos deben ser la prioridades para nuestro futuro.
En ese sentido, para los emprendedores que venimos trabajando en la promoción de un contexto en el que sea más fácil lanzar proyectos y en el que estemos más integrados al mundo, será un momento clave: frente al nuevo gobierno deberemos plantear los desafíos que creemos deberán ser encarados para permitir que el emprendedurismo se transforme en uno de los motores de nuestra economía.
Lo que resta del 2015 (durante la campaña) y también durante el 2016 (cuando el gobierno entrante defina su rumbo) tendremos la oportunidad de debatir si queremos seguir siendo un país dependiente del precio de nuestras materias primas o si aprovecharemos el impulso que ellas nos dan para desarrollar una estrategia basada (de verdad) en innovación y valor agregado. Una estrategia que tenga como norte el desarrollo de un verdadero Ecosistema Emprendedor Argentino en el que surjan políticas que faciliten la disponibilidad de financiación, el desarrollo de capital humano de calidad, mercados de capitales dispuestos a apoyar y soportes institucionales y de infraestructura adecuados.
Y para que eso ocurra no hay otro camino que el de la discusión y el de los liderazgos comprometidos. ¿Qué mejor que un comienzo de ciclo para que ello por fin ocurra?
(*) Emprendedor temprano. Fundador de Officenet, profesor y conferenciante, activo en diversos emprendimientos.
Recuperar el crecimiento
Hay que fomentar la inversión productiva
Pablo San Martín (*)
Breve reflexión: la economía argentina se encuentra limitada actualmente al haber agotado su capacidad ociosa. Atraviesa una inestable condición de amesetamiento. Para retomar la expansión económica experimentada por nuestra economía durante el prolongado ciclo de crecimiento que vivimos luego de la crisis de 2001 es necesario incrementar la infraestructura de base (generación y distribución de energía, redes viales, fluviales, aéreas y ferroviarias, redes de telecomunicaciones, etc.) y la capacidad operativa de las empresas.
Mi optimismo radica en que para lograr eso el próximo equipo de gobierno deberá focalizarse en generar un entorno que fomente la inversión productiva a través de múltiples instrumentos de financiamiento (mercado financiero tradicional, mercado de capitales orientado a Pymes, financiamiento de proyectos y adquisición de bienes de capital a través de líneas otorgadas por organismos multilaterales, reforma fiscal progresiva que premie la reinversión, repatriación de capital fugado, inversión extranjera directa con intención de permanecer en el mediano y largo plazo, etc.).
Este plan está siendo diseñado hoy mismo por el próximo gobierno aún antes de resultar electo (los equipos técnicos de todos los candidatos presidenciales ya están trabajando con profesionalismo en delinearlo) y conocer el nombre del futuro Presidente revelará simplemente cuál de estos planes se implementará a partir de diciembre.
Para lograr este crecimiento el próximo gobierno gozará del trato benigno que inicialmente reciben todos los nuevos gobiernos democráticos del mundo. Se suma al deseo ciudadano de subir un escalón en el desarrollo de la economía el beneficio de recibir una economía que si bien requiere de algún ajuste (con la acepción más benévola e inocua que pueda tener esta maltratada palabra) está lejos de ser una situación de emergencia. Incrementando aún más mi dosis de optimismo, hoy existe un mercado regional con una integración creciente y renovada “conciencia de bloque”.
(*) Presidente de San Martín, Suárez y Asociados.
Papel clave
Innovación y tecnología
Enrique Genzone (*)
En Siemens vivimos con la mirada puesta en el futuro ?pensando en el mediano y largo plazo? lo cual nos invita a ver el mundo desde una perspectiva constructiva y optimista.
Como empresa de tecnología, nuestra misión es desarrollar soluciones innovadoras y respetuosas con el medio ambiente, para contribuir a la mejora de la calidad de vida en las comunidades en que actuamos, focalizando para ello en áreas tales como la electrificación, la automatización y la digitalización.
Coherente con este objetivo de mejora sostenida, hacemos también foco ?desde nuestra Fundación Siemens? en la educación, como elemento clave para garantizar que las futuras generaciones puedan desarrollarse en un país mejor y disfrutar en plenitud.
Con ese espíritu, la Fundación Siemens desarrolla desde hace años iniciativas educativas tales como el programa “Experimento”, que facilita el acercamiento de los niños a la ciencia y la tecnología; el concurso anual “LOGO!”, que promueve la creatividad de los jóvenes en las escuelas secundarias; o el “Empowering People Award”, que busca detectar y premiar a emprendedores que propongan soluciones innovadoras a las grandes problemáticas sociales de nuestros tiempo.
La receptividad que estos proyectos han logrado en funcionarios, organizaciones de la sociedad civil, docentes, emprendedores y jóvenes nos invita y compromete a seguir trabajando en esta dirección. Ello nos inspira además a observar con un fundado optimismo los desafíos por venir, frente a los cuales la innovación y la tecnología jugaran un papel clave para perfilar un mejor futuro para todos.
(*) CEO de Siemens Argentina.
Cambio sustancial
Mayor participación de los ciudadanos
Nicolás Ducoté (*)
Estoy en política después de haber recorrido un largo camino en organizaciones de la sociedad civil. Con esa experiencia confío en que las próximas elecciones no traerán consigo sólo un nuevo equipo gobernante, sino un cambio sustancial en la acción política por mayor participación de los ciudadanos.
Muchos dirigentes políticos critican que hablamos de cambio sin especificar suficiente de que cambio hablamos: para nosotros la respuesta es tan obvia como fundamental, porque no tengo dudas que la mayoría de los argentinos entienden que el verdadero cambio en política tiene que ver con más personas que dediquen tiempo, talento y energías a trabajar en lo público, a mejorar la gestión del gobierno en su ciudad, su provincia, su país, y de ese modo hacer cada vez mejor la vida de sus semejantes.
Ese cambio es el único políticamente auténtico e irreversible, porque surge de la propia comunidad y avanza “de abajo hacia arriba”, con la fuerza que le da la determinación de sus propios protagonistas. En ese sentido, motiva mi optimismo porque legitima mucho más a la autoridad, ya que construye cercanía entre gobernantes y gobernados, pone en colaboración real al Estado con el sector privado y la sociedad civil en bien de las personas, sin clientelismos ni dependencias vergonzantes, genera mejores decisiones desde el gobierno y aleja la tentación del autoritarismo.
En rigor, si esto llegara a extenderse al conjunto de la sociedad argentina, más que un cambio sería una auténtica y gratificante revolución, pacífica pero profunda. Es que hace ya mucho que padecemos decisiones sobre las que ni siquiera fuimos consultados y que soportamos el maltrato de funcionarios que no creen tener la obligación de rendir cuentas de sus decisiones ni se sienten limitados por las leyes. Así, el estado de derecho es solamente formal, limitado al cumplimiento de elecciones periódicas entre las cuales a nadie le interesa qué queremos para nuestras vidas.
Trabajo con fervor para ese cambio. Creerlo posible es un aliciente. Ayudar a concretarlo, un apasionante desafío.
(*) Co-fundador de Cippec, Subsecretario de Asuntos Políticos del Ministerio de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La normalidad es progreso
Tecnologías participativas
Agustín Frizzera (*)
El cambio de gobiernos, en todos los niveles del estado, me genera optimismo. No uno motivado por esperanza, arrolladora o ciega, sino por la oportunidad que dan los nuevos comienzos.
Creo que, sea quien sea que ocupe la Presidencia, se comprometerá en el sinceramiento de las estadísticas oficiales. Tan sólo eso, la normalidad, los registros como son, constituye un progreso. Quizás, el año que viene podamos discutir “cómo bajar la pobreza?”, en vez de “cuántos pobres hay?”
Es probable, también, que quien gane aplique política de estabilización macroeconómica con metas para bajar inflación, reducir el déficit, la corrección progresiva del esquema de subsidios.
Asimismo, uno supone que la conformación de bloques en el Congreso quedará más repartida y la mayoría automática jaqueada. Este hecho podría dar lugar a un ámbito legislativo en el que vuelva a estar presente la negociación, en el buen sentido, la deliberación y, en definitiva, la Política.
El fin de la mentira pública como argumento, una economía con previsibilidad que permita arriesgar y emprender, la vuelta de la discusión política en el Congreso pueden contribuir a bajar la tensión social y a ordenar el sistema político, hoy diluido en divisiones artificiales.
A estas moderadas, pero sustantivas, expectativas me gustaría sumar una ilusión, de cumplimiento más dispar, que tiene que ver con los cambios en la gestión de gobiernos locales. Siguiendo tendencias a escala global, 2016 nos puede mostrar una profundización en la utilización de las tecnologías digitales para la administración municipal.
Modelos estándar para la transparencia en las cuentas públicas, aplicativos para la gestión de reclamos, dispositivos de deliberación online, entre otras, pueden contribuir a una gestión más participativa, que permita al ciudadano participar de la gestión pública.
Si el principal problema de nuestra cultura política tiene que ver con poderes públicos miopes, a uno le entusiasma creer que el uso de tecnologías participativas puede traer más creatividad al poder, más confianza al ciudadano y más pasión al servicio público.
Todo esto no se producirá en solo un año pero, en algún momento, tendrá que empezar y aquellos gobernantes que lo vean en 2016 quedarán mejor plantados para los años que vienen.
(*) Cofundador del Partido de la Red.
