Estaba comentando en la televisión rusa un partido de primera división. El encuentro iba 1 a 1 en la mitad del segundo tiempo cuando el arquero golpea mal a uno de los jugadores atacantes.
En lugar de conceder un penal, y para indignación del comentarista Vladimir Nikolsky y de muchos en el estadio, el referí solo dio un tiro libre desde el costado de la cancha. Cuando ese tiro libre fue rechazado, aparentemente con las manos del defensor – algo que merecía otro penal para muchos de los observadores – el referí hizo señales de seguir jugando y el comentarista explotó en protestas. Después de una retahíla de dos minutos durante los cuales Nikolsky llamó al árbitro “una desgracia para el fútbol ruso”, se levantó y se fue diciendo “miren el partido sin comentarios”. El público debió seguir mirando el partido en absoluto silencio.
Entrevistado luego por la prensa dijo que no lamentaba lo que hizo y que estaba orgulloso de que durante esos dos minutos de protestas no se le haya escapado ni una sola mala palabra.
Muchos en el ambiente sostienen que, con el mundial de fútbol a la vista y cuestionada la calidad del trabajo de muchos árbitros, sería conveniente considerar la inclusión de árbitros auxiliares que analicen aquellas decisiones que dan vuelta un partido revisando las jugadas en video.
Sin embargo, cuando se usaron videos para ese fin en la Confederations Cup, que este año tuvo por sede a Rusia, los calificaron de “desastre”. La FIFA espera tener refinado el proceso para el próximo mes de junio, cuando llegue el momento de la Copa Mundial.
