sábado, 14 de junio de 2025

Cómo está evolucionando la consultoría empresarial en Argentina

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Durante años, la imagen tradicional de un consultor estuvo ligada a presentaciones extensas, ideas brillantes y modelos teóricos que rara vez se materializaban. Esa etapa -más orientada al análisis que a la acción- está quedando atrás.

Hoy, el verdadero valor de la consultoría empresarial está en ejecutar mejoras tangibles, intervenir en la operación real y acompañar los cambios hasta que se consoliden.

“La mayoría de las consultoras nos presentaban planes espectaculares, pero después no había nadie para implementarlos con nosotros”, relata el gerente general de una empresa metalúrgica de San Martín. “Con el tiempo empezamos a valorar menos la teoría y más la capacidad de acompañar y ajustar en la práctica lo que no funciona”.

Qué buscan hoy las empresas en las consultoras

Este cambio de paradigma está redefiniendo el papel de las consultoras de empresas en Argentina. Ya no se espera un “plan maestro” ni una transformación total en el PowerPoint, sino una capacidad real de detectar problemas, ordenar operaciones y mejorar lo que ya existe.

En este escenario, la consultoría de procesos se vuelve protagonista. Su objetivo es claro: eliminar ineficiencias, simplificar flujos de trabajo, digitalizar tareas operativas y reorganizar funciones claves. Pequeñas mejoras, cuando se implementan de manera sistemática, pueden generar un gran impacto en productividad, costos y clima organizacional.

El caso de Consultora BPS

Un ejemplo de consultoras de empresas con el enfoque de implementación es el de Consultora BPS, una empresa que ha crecido mucho en los últimos años acompañando a grandes empresas y pymes a mejorar sus procesos con metodología Lean Six Sigma. Su metodología parte de cuatro pilares: estrategia, personas, procesos y tecnología, con foco en la implementación.

Para mejorar la agilidad y la profundidad de sus intervenciones, Consultora BPS desarrolló KAI (su nombre proviene de la palabra Kaizen que quiere decir cambio bueno), un asistente basado en inteligencia artificial. Esta herramienta apoya al consultor en tareas claves, como el análisis de datos y causas raíz, el uso de mejores prácticas por industria  y la generación de propuestas de mejora creativas.

Lejos de reemplazar al consultor humano, KAI libera tiempo para que los equipos puedan trabajar directamente con las personas, donde ocurren los cambios reales.

Tecnología al servicio de la acción

“La tecnología no reemplaza al consultor, lo potencia”, resume Alejandro Oliverio, fundador de Consultora BPS. “Queremos que nuestros equipos estén cerca del cliente, liderando los cambios. Y que lo digital nos ayude a procesar, comparar y pensar más rápido y mejor”.

Desde la consultora, aseguran que el uso de IA permite llegar mejor preparados a cada instancia del proyecto, tomar decisiones con mejor información y hacer un seguimiento riguroso de los planes de acción. “Nuestros clientes no nos piden más ideas, nos piden resultados”, sintetiza Oliverio.

Un nuevo modelo de consultoría empresarial

Esta nueva etapa de la consultoría empresarial se aleja del modelo clásico de “venir, analizar y entregar un informe”. Lo que hoy se demanda es una consultoría que implemente, corrija, se involucre y se quede el tiempo necesario para generar impacto real.

En un país en el que las organizaciones operan con urgencias constantes, escasez de recursos y alta presión competitiva, la efectividad dejó de ser opcional. Y son las consultoras de empresas que entienden esa urgencia -y actúan con foco en implementación- las que están liderando el cambio.

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