Se llamará “Hello Barbie” la primera versión de la popular muñeca que se conecta mediante Wi-Fi. Susan Linn, directora ejecutiva de la ONG “Campaign for a Commercial-Free Childhood (CCFC) Los críticos dicen que debería llamarse “Barbie vigilante”.
“Hello Barbie” puede tener conversaciones de doble vía, jugar juegos interactivos, contar cuentos y hacer chistes, todo gracias a una conexión Wi-Fi.
Al apretar un botón en la hebilla del cinturón de la Barbie, la voz de la niña que le habla es captada por un micrófono y luego transmitida a los servidores de ToyTalk, una start-up con sede en San Francisco. Luego de procesar el audio con un software de reconocimiento de la voz, ToyTalk usa esa información para crear una base de datos de lo que les gusta y lo que no les gusta a los niños, además de armar una respuesta que se emite del parlante introducido en el cuerpo de la muñeca.
Barbie llegará al mercado en noviembre y costará US$ 74,99. Si tiene éxito, la CCFC teme que la tecnología se popularice.
Linn es psicóloga con muchos años de terapia de juego con niños y le preocupa lo que podrían decir cuando creen que están solos con la muñeca. Pero sus preocupaciones por la privacidad no se limitan a los niños. Le preocupa que Barbie también pueda captar y transmitir conversaciones familiares privadas. “Los padres que firman ese permiso, están permitiendo una vigilancia empresarial en sus hogares”, dice.
