lunes, 23 de diciembre de 2024

Un paso más hacia la casa del futuro

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La nueva gran revolución tecnológica comienza en los próximos meses, cuando el gobierno de Singapur y las grandes empresas de tecnología comiencen una prueba de alcance y duración sin precedentes. Objetivo: acercarse a la “casa interconectada”.

Mientras no se reactive la venta de computadoras o de teléfonos celulares,
la casa del futuro se presenta como el gran mercado para productos tecnológicos.
Las empresas de tecnología calculan que pronto podría manifestarse
una mayor demanda de objetos cotidianos para conectar a las redes de banda ancha.

Con esa perspectiva, Nokia y Matsushita se han unido para desarrollar tecnología
que conecte aparatos domésticos y teléfonos celulares. En la última
exposición comercial Comdex, Microsoft anunció una línea
de accesorios inteligentes, como relojes pulsera y despertadores con software
para conectar a las redes.

Sony tiene en investigación un poderoso microprocesador que podría
insertarse en toda su línea de electrodomésticos.

Pero hasta ahora, los diversos experimentos han sido encarados siempre por
empresas individuales. El de Singapur es el primer intento serio de ampliar
el alcance. Más de 400 familias se están mudando a hogares diseñados
especialmente para poner a prueba cinco visiones diferentes de la "casa
interconectada".

La tecnología para este proyecto proviene de cinco consorcios: fabricantes
de electrodomésticos, empresas de redes de banda ancha, especialistas
en entretenimientos digitales, empresas de pago online y compañías
de bienes raíces. Entre las 33 empresas involucradas figuran Samsung,
Philips, LG Electronics, Sun Microsystems, Real Networks y Visa.

Cada grupo arma una forma de hogar interconectado ligeramente diferente. Por
ejemplo, el consorcio Unihome, que incluye a Philips, conecta gran parte de
su tecnología usando banda ancha Wi-Fi inalámbrica e infrarroja,
mientras que el consorcio world@Home, donde está Samsung, propone tecnología
que permite a los usuarios controlar cosas como el televisor o la video grabadora
con la función texto de sus teléfonos celulares.

Las pruebas tienen como misión demostrar cuáles sistemas funcionan
mejor. El gobierno singaporense se propone publicar los resultados de la investigación
a principios de 2004.

"A primera vista las casas parecen convencionales", dice Frans van
Houten, vicepresidente ejecutivo del departamento electrodoméstico de
Philips. "No vamos a presentar una especie de "museo de vanguardia".
Éstas son casas donde la gente puede vivir".

Pero, al mirar con detenimiento, se advierte que hay menos cables que en una
casa cualquiera. Todos los aparatos eléctricos (aire acondicionado, artefactos
lumínicos, etc.) están conectados con tecnología inalámbrica
(Wi-Fi o infrarroja). Hay, además, algunos objetos nuevos que pueden
llamar la atención. Por ejemplo, todas las casas equipadas por Philips
incluyen un iPronto, una pantalla electrónica portátil del tamaño
de un mantel individual, desde donde los usuarios pueden controlar toda la red
hogareña. Los que vivan en esas casas tendrán acceso de banda
ancha para cosas como comunicación de larga distancia, estaciones de
radio en internet, video-on-demand y cámaras de vigilancia hogareña.

En las casas equipadas por Samsung, en cuanto alguien toca el llamador de la
puerta de entrada, una cámara toma la foto de la persona y la envía
al celular de los dueños.

Hay por lo menos ocho tipos diferentes de formatos propuestos para la interconexión
hogareña. Uno de ellos es Bluetooth, una tecnología infrarroja
conocida como IEEE 1394 que aprovecha la energía de los cables domésticos.
Paralelamente, hay otros tantos organismos que fijan normas y los evalúan.

Para simplificar un poco la situación, algunos peso-pesados de la tecnología,
como Sony y Microsoft formaron un grupo de trabajo para asegurar que productos
de empresas diferentes puedan trabajar juntos.

Los costos de este ensayo ascienden a unos US% 12,5 millones. Esto da una idea
del interés de las empresas por acelerar la llegada de este tipo de productos
al mercado. Sin embargo, muchos creen que los consumidores serán el factor
determinante para que la tecnología sobreviva o no. "Serán
ellos los que van a evaluar qué es lo que llega al mercado", opina
van Houten.

Mientras no se reactive la venta de computadoras o de teléfonos celulares,
la casa del futuro se presenta como el gran mercado para productos tecnológicos.
Las empresas de tecnología calculan que pronto podría manifestarse
una mayor demanda de objetos cotidianos para conectar a las redes de banda ancha.

Con esa perspectiva, Nokia y Matsushita se han unido para desarrollar tecnología
que conecte aparatos domésticos y teléfonos celulares. En la última
exposición comercial Comdex, Microsoft anunció una línea
de accesorios inteligentes, como relojes pulsera y despertadores con software
para conectar a las redes.

Sony tiene en investigación un poderoso microprocesador que podría
insertarse en toda su línea de electrodomésticos.

Pero hasta ahora, los diversos experimentos han sido encarados siempre por
empresas individuales. El de Singapur es el primer intento serio de ampliar
el alcance. Más de 400 familias se están mudando a hogares diseñados
especialmente para poner a prueba cinco visiones diferentes de la "casa
interconectada".

La tecnología para este proyecto proviene de cinco consorcios: fabricantes
de electrodomésticos, empresas de redes de banda ancha, especialistas
en entretenimientos digitales, empresas de pago online y compañías
de bienes raíces. Entre las 33 empresas involucradas figuran Samsung,
Philips, LG Electronics, Sun Microsystems, Real Networks y Visa.

Cada grupo arma una forma de hogar interconectado ligeramente diferente. Por
ejemplo, el consorcio Unihome, que incluye a Philips, conecta gran parte de
su tecnología usando banda ancha Wi-Fi inalámbrica e infrarroja,
mientras que el consorcio world@Home, donde está Samsung, propone tecnología
que permite a los usuarios controlar cosas como el televisor o la video grabadora
con la función texto de sus teléfonos celulares.

Las pruebas tienen como misión demostrar cuáles sistemas funcionan
mejor. El gobierno singaporense se propone publicar los resultados de la investigación
a principios de 2004.

"A primera vista las casas parecen convencionales", dice Frans van
Houten, vicepresidente ejecutivo del departamento electrodoméstico de
Philips. "No vamos a presentar una especie de "museo de vanguardia".
Éstas son casas donde la gente puede vivir".

Pero, al mirar con detenimiento, se advierte que hay menos cables que en una
casa cualquiera. Todos los aparatos eléctricos (aire acondicionado, artefactos
lumínicos, etc.) están conectados con tecnología inalámbrica
(Wi-Fi o infrarroja). Hay, además, algunos objetos nuevos que pueden
llamar la atención. Por ejemplo, todas las casas equipadas por Philips
incluyen un iPronto, una pantalla electrónica portátil del tamaño
de un mantel individual, desde donde los usuarios pueden controlar toda la red
hogareña. Los que vivan en esas casas tendrán acceso de banda
ancha para cosas como comunicación de larga distancia, estaciones de
radio en internet, video-on-demand y cámaras de vigilancia hogareña.

En las casas equipadas por Samsung, en cuanto alguien toca el llamador de la
puerta de entrada, una cámara toma la foto de la persona y la envía
al celular de los dueños.

Hay por lo menos ocho tipos diferentes de formatos propuestos para la interconexión
hogareña. Uno de ellos es Bluetooth, una tecnología infrarroja
conocida como IEEE 1394 que aprovecha la energía de los cables domésticos.
Paralelamente, hay otros tantos organismos que fijan normas y los evalúan.

Para simplificar un poco la situación, algunos peso-pesados de la tecnología,
como Sony y Microsoft formaron un grupo de trabajo para asegurar que productos
de empresas diferentes puedan trabajar juntos.

Los costos de este ensayo ascienden a unos US% 12,5 millones. Esto da una idea
del interés de las empresas por acelerar la llegada de este tipo de productos
al mercado. Sin embargo, muchos creen que los consumidores serán el factor
determinante para que la tecnología sobreviva o no. "Serán
ellos los que van a evaluar qué es lo que llega al mercado", opina
van Houten.

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