Aparte de que el registro de conductor es más barato y fácil de
obtener si el auto tiene transmisión automática, la ausencia de
embrague -explica “One Aim”, el trimensuario de Toyota Motor- permite
concentrarse totalmente en la ruta o la calle. Los modelos automáticos
son, por eso, aptos para ciudades donde impera la congestión.
Sin embargo, aun con caja automática, quien conduce debe dedicar parte
de su atención a los cambios. La líder japonesa busca eliminar ese
“factor distractivo” combinando dos tecnologías diferentes en
lo que por ahora llama “cambio NAVI-AI”. Es un sistema que emula y hasta
mejora los procesos mentales y las reacciones básicas que se disparan cada
vez que se quiere cambiar la marcha o la velocidad y se actúa en consecuencia.
La innovación “incluye una caja de cinco velocidades, controlada electrónicamente,
y un sistema de navegación. El conjunto selecciona el cambio de marcha
más adecuado a las intenciones del conductor y las condiciones del trayecto”,
explica Yoji Takanami, uno de los ingenieros del proyecto. “Cuando uno pisa
el acelerador o el freno, el sistema reúne información sobre ángulo
de giro o grado de pendiente y le extrapola la velocidad”.
Tomando el caso de una curva, el NAVI-AI cambia de marcha antes de iniciar el
giro. No porque el acelerador envíe un mensaje a la caja o porque el automovilista
haya levantado una mano del volante para hacer el cambio. “El sistema -indica
el técnico- ya ha seleccionado la marcha apropiada por sí mismo,
aplicando los datos del navegador. Este proceso también ahorra combustible”.
Aparte de que el registro de conductor es más barato y fácil de
obtener si el auto tiene transmisión automática, la ausencia de
embrague -explica “One Aim”, el trimensuario de Toyota Motor- permite
concentrarse totalmente en la ruta o la calle. Los modelos automáticos
son, por eso, aptos para ciudades donde impera la congestión.
Sin embargo, aun con caja automática, quien conduce debe dedicar parte
de su atención a los cambios. La líder japonesa busca eliminar ese
“factor distractivo” combinando dos tecnologías diferentes en
lo que por ahora llama “cambio NAVI-AI”. Es un sistema que emula y hasta
mejora los procesos mentales y las reacciones básicas que se disparan cada
vez que se quiere cambiar la marcha o la velocidad y se actúa en consecuencia.
La innovación “incluye una caja de cinco velocidades, controlada electrónicamente,
y un sistema de navegación. El conjunto selecciona el cambio de marcha
más adecuado a las intenciones del conductor y las condiciones del trayecto”,
explica Yoji Takanami, uno de los ingenieros del proyecto. “Cuando uno pisa
el acelerador o el freno, el sistema reúne información sobre ángulo
de giro o grado de pendiente y le extrapola la velocidad”.
Tomando el caso de una curva, el NAVI-AI cambia de marcha antes de iniciar el
giro. No porque el acelerador envíe un mensaje a la caja o porque el automovilista
haya levantado una mano del volante para hacer el cambio. “El sistema -indica
el técnico- ya ha seleccionado la marcha apropiada por sí mismo,
aplicando los datos del navegador. Este proceso también ahorra combustible”.