domingo, 24 de noviembre de 2024

Temen ataques cibernéticos y prevén aumentar inversiones

spot_img

Dos de cada tres ejecutivos argentinos temen ataques cibernéticos y casi la mitad prevé aumentar inversiones en 2023 para prevenirlos. Nos encontramos frente a una realidad en la cual el mundo de los negocios se enfrenta a un constante e imprevisible cambio.

En los últimos años los líderes han llevado a sus empresas fuera de sus zonas de confort: de la oficina a lugares de trabajo remotos; a la nube; a lo largo de cadenas de suministro que son casi completamente digitales.

Y con cada nuevo desafío han surgido nuevos riesgos cibernéticos. Según la encuesta global Digital Trust Insights 2023 de PwC, los CISO y los equipos de ciberseguridad han aceptado el desafío y los CEOs se han unido a ellos porque son conscientes de que sus decisiones han aumentado la exposición a riesgos cibernéticos de sus organizaciones.

Los CISO están saliendo de su rol de especialistas independientes en materia de ciberseguridad y están empezando a colaborar con toda la dirección de alto nivel. El 42% de los altos ejecutivos afirma que los incidentes de ciberseguridad de sus sistemas han aumentado desde el año 2020. Más de una cuarta parte ha visto comprometida la seguridad de sus datos con importantes consecuencias en los últimos tres años y costos que superan el millón de dólares.

Para los CFO, las consecuencias más graves de un incidente de ciberseguridad (distinto de una filtración de datos) son:

  • Tiempos de inactividad o interrupción de las operaciones
  • Daños a la calidad del servicio y del producto
  • Pérdida de contratos y oportunidades de negocio

Para los ejecutivos responsables de la privacidad de los datos, los peores efectos de un incidente de ciberseguridad son:

  • Pérdida de clientes
  • Costos de recuperación de datos (sin contar el pago de rescates)
  • Pérdida de datos de clientes (cuando no pueden recuperarse)

Las organizaciones saben que los riesgos relacionados al ciberdelito van en aumento, los atacantes son cada vez más sofisticados, sondean los sistemas y redes buscando vulnerabilidades. Las infraestructuras críticas son especialmente vulnerables y muchos de los ciberataques que actualmente suceden todavía se pueden prevenir con prácticas de ciberseguridad sólidas y controles estrictos.

Al respecto, cabe mencionar que el 65% de las organizaciones en el mundo prevé aumentar sus inversiones en ciberseguridad para 2023, para la región de Latinoamérica la previsión de aumento es del orden del 66% y en el caso de Argentina corresponde a un 48%.

Las amenazas en materia de ciberseguridad son amplias y van en aumento junto con la digitalización y complejización de los sistemas. Estos actos maliciosos que buscan dañar equipos, robar datos o interrumpir la vida digital en general, van en aumento y son variados, además de que no discriminan entre las personas o empresas a la hora de buscar a sus víctimas, tampoco rubros comerciales o industrias.

Los encuestados a nivel global, América Latina y Argentina, coincidieron en que el aumento de la exposición de la organización a los ciberataques debido a la creciente digitalización fue una de las situaciones que más han experimentado desde el año 2020. El 72% de los respondientes argentinos manifestó que espera que los ciberdelincuentes afecten significativamente su organización en 2023. En cuanto a la responsabilidad por área, los encuestados a nivel global, América Latina y Argentina coincidieron en que garantizar que todos los empleados que no se dedican a la ciberseguridad comprendan las posibles consecuencias de sus acciones, marcará la mayor diferencia en la transformación de la ciberseguridad en su organización en los próximos 12 a 18 meses.

Por otro lado, la resiliencia cibernética es un concepto que une la continuidad del negocio, la seguridad de los sistemas de información y la resiliencia organizacional. Es la capacidad de continuar brindando los resultados previstos a pesar de experimentar eventos cibernéticos desafiantes, como ciberataques, desastres naturales o recesiones económicas. Una estrategia de resiliencia cibernética puede brindar beneficios más allá de aumentar la postura de seguridad de una empresa y reducir el riesgo de exposición a su infraestructura crítica y también ayudar a reducir las pérdidas financieras y los daños a la reputación.

Al respecto, Diego Taich, socio de Consultoría CiberSeguridad & IT de PwC Argentina, Uruguay y Paraguay destacó: “Es crucial para las organizaciones, entender que además de estar preparadas para el enfrentamiento directo con las amenazas mediante la gestión de los incidentes, deberán poder ofrecer contingencia y tratamiento a los ataques, es decir contar con una resiliencia organizacional acorde a las líneas de negocio y estrategias comerciales. No basta con evitar, sino estar preparados para un escenario desalentador. Prever, planificar y actuar en las situaciones desafiantes, pero también ser resilientes”. Y concluyó: “La digitalización convierte a la seguridad en un asunto de todos. El futuro promete más sistemas conectados con una cantidad de datos exponencialmente más alta, así como adversarios más organizados.”

Compartir:

spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img

Noticias

CONTENIDO RELACIONADO