Subsidiar la innovación energética

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La agencia del Departamento de Energía, ARPA-E, otorgó U$ 130 millones en subsidios a empresas para innovar en energía. El mayor beneficiado, PolyPlus Battery, quiere crear baterías de sulfuro de litio recargables.

Los desarrollos que las 66 empresas del programa de subsidios de ARPA-E planean lanzar al mundo son, definitivamente, dignos de ser informados. Ayer la agencia del Departamento de Energía de Estados Unidos anunció subsidios a empresas que quieran transformar el panorama energético por US$ 130 millones.

 Entre las innovaciones en la lista están molinos de viento hechas de telas y turbinas submarinas que recolectan energía de las olas. Pero, a contramano de otros proyectos de ARPA-E del pasado, esta vez el dinero se enfocará más en almacenamiento energético.

 Ahí es donde entra PolyPlus Battery y otras 20 empresas. En el caso de la niña bonita del proyecto recibieron el monto máximo de ARPA-E — US$ 9 millones- y donaciones de otros departamentos. La idea es que creen una batería recargable de sulfuro de litio que promete mejor densidad que las baterías de ION litio de hoy. Desde la empresa dicen haber llegado al proceso fabricarlas y, mejor, hacerlas comercialmente viables. La clave está en una membrana de cerámica que no se desperdicia cuando entra en contacto con agua. El dinero de los subsidios irá a invertir en tecnología que permita la producción a escala.

Otra empresa, Vorbeck Materials, recibió US$ 1,5 millones para la creación de baterías de sulfuro de litio pero también para que alarguen la vida útil de las pilas actuales. Sharp Laboratories recibió US$ 2,9 millones por una batería de ION de sodio que bajaría el costo de cada unidad.

 ARPA-E también beneficio otras áreas de exploración de energía como la celular y termal. NREL, por ejemplo, recibió dinero para desarrollar un sistema que convierta luz del sol en energía utilizando materiales termoeléctricos.

 Generalmente los proyectos de ARPA-E tienen un riesgo algo y la elaboración de un prototipo tarda dos años, con el corazón puesto en comercializarlos en algún punto. Lo cierto es que la innovación en almacenamiento energético tarda años por sus altos costos y largo tiempo de desarrollo. En este sentido el dinero de ARPA-E es vital para la construcción de un futuro energéticamente más sustentable.

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