Era Alex Stamos, entonces principal ingeniero de seguridad de Yahoo, quien rechazó de plano la idea de que las empresas deberían crear “puertas traseras” en sus sistemas para que el gobierno entre por ellas y acceda a la información.
“Si nosotros creamos defectos, o puertas traseras o llaves de oro, o como se le quiera llamar, ¿Usted cree que tendríamos 1.300 millones de usuarios en todo el mundo? ¿No cree entonces, que deberíamos dar igual acceso al gobierno chino, o ruso, o francés o de donde sea?
En el primer momento Rogers trató de tomar el ataque a la ligera, cuenta el Financial Times pero luego atacó el argumento de las tecnológicas sobre su responsabilidad de proteger a los usuarios de los ojos inquisidores del gobierno.
“Esa caracterización simplista de un lado bueno y un lado malo no nos hace bien como nación. Tenemos que afrontar algunos temas fundamentales muy difíciles”.
Hay, decididamente, un enfrentamiento entre el gobierno y las tecnológicas. Y la batalla se lucha en el campo del encriptado, o sea el software que usa llaves secretas para proteger de cibercriminales los datos de tarjetas de crédito, emails privados y secretos empresariales. Mientras las empresas están adoptando la encriptación, Obama y el gobierno buscan el derecho a usar llaves secretas para rastrear a terroristas y otros criminales.
Antes de que Edward Snowden revelara las tácticas de vigilancia de la NSA hace dos años, solo unos pocos servicios de tecnología usaban el tipo de encriptación que impide leer incluso a otras empresas de tecnología. Pero después de esas revelaciones, las tecnológicas enfrentaron la ira de los consumidores, que las hicieron responsables de permitir que sus datos fueran monitoreados. Ahora, entonces, la encriptación dura se está popularizando y el gobierno, entonces, busca que le den acceso preferencial.
Las principales con encriptado fuerte: Whatsapp, Gmail, Yahoo, Facebook, iMessage, Face Time, Twitter y Skype.