Este desastre informático es el más reciente (ocurrió durante el último fin de semana) de una serie de fallas de seguridad que involucra a bancos. Hasta el momento, el caso más grave afectaba a Bank of America. Según la central de Citigroup en Nueva York, los datos estaban almacenados en cintas y se extraviaron mientras UPS –el mayor correo privado del planeta- los transportaba rumbo a Texas (a un depósto Experian).
Las cintas también contenían los números de seguridad social de todos los clientes cubiertos por la subsidiaria CitiFinancial Branch Network, más 50.000 de CitiFinancial Retail Services. En total, cuatro millones de personas. Los clientes de CFAuto no fueron perjudicados.
Ya el sábado, Citigroup había remitido cartas a todos los clientes afectados. Hasta la tarde del lunes, no había recibido denuncias ni indicios sobre actividades ilícitas. La entidad cree que hay escaso peligro para los archivos y sus contenidos.
“Estábamos mudando esas cintas mediante avanzados procedimientos de seguridad que habíamos especificado y desarrollado junto con UPS”. Así declaró Kevion Kessinger, presidente de la división Finanzas Minoristas para Norteamérica (Estados Unidos-Canadá) de Citigroup. “Esto supera la imaginación”, añadió (y nadie se lo discute).
Norman Black, vocero de UPS (Atlanta), lamentó ante los medios la pérdida de la caja que contenía las cintas. Admitió que, al cabo de dos días de infructuosas búsquedas, los archivos no habían sido recobrados. Aseguró que esto no se repetirá, gesto que provocó sonrisas en la rueda de prensa: todos recordaban que, en febrero, Bank of America había extraviado cintas con datos personales de 1,2 millón de empleados y funcionarios federales. Entre ellos, varios senadores.
Ese caso sigue abierto. Actuando de oficio, las autoridades de Nueva Jersey han hecho varios arrestos en lo que definen como un plan para robarles millones de datos de clientes a Bank of America, Wachovia, PNC Financial Services Group y Commerce Bancorp. Con mayor celo que los intereses afectados, la Justicia parece empeñada en llegar al fondo del misterio y ahora toma cartas en el episodio UPS-Citigroup.
Este desastre informático es el más reciente (ocurrió durante el último fin de semana) de una serie de fallas de seguridad que involucra a bancos. Hasta el momento, el caso más grave afectaba a Bank of America. Según la central de Citigroup en Nueva York, los datos estaban almacenados en cintas y se extraviaron mientras UPS –el mayor correo privado del planeta- los transportaba rumbo a Texas (a un depósto Experian).
Las cintas también contenían los números de seguridad social de todos los clientes cubiertos por la subsidiaria CitiFinancial Branch Network, más 50.000 de CitiFinancial Retail Services. En total, cuatro millones de personas. Los clientes de CFAuto no fueron perjudicados.
Ya el sábado, Citigroup había remitido cartas a todos los clientes afectados. Hasta la tarde del lunes, no había recibido denuncias ni indicios sobre actividades ilícitas. La entidad cree que hay escaso peligro para los archivos y sus contenidos.
“Estábamos mudando esas cintas mediante avanzados procedimientos de seguridad que habíamos especificado y desarrollado junto con UPS”. Así declaró Kevion Kessinger, presidente de la división Finanzas Minoristas para Norteamérica (Estados Unidos-Canadá) de Citigroup. “Esto supera la imaginación”, añadió (y nadie se lo discute).
Norman Black, vocero de UPS (Atlanta), lamentó ante los medios la pérdida de la caja que contenía las cintas. Admitió que, al cabo de dos días de infructuosas búsquedas, los archivos no habían sido recobrados. Aseguró que esto no se repetirá, gesto que provocó sonrisas en la rueda de prensa: todos recordaban que, en febrero, Bank of America había extraviado cintas con datos personales de 1,2 millón de empleados y funcionarios federales. Entre ellos, varios senadores.
Ese caso sigue abierto. Actuando de oficio, las autoridades de Nueva Jersey han hecho varios arrestos en lo que definen como un plan para robarles millones de datos de clientes a Bank of America, Wachovia, PNC Financial Services Group y Commerce Bancorp. Con mayor celo que los intereses afectados, la Justicia parece empeñada en llegar al fondo del misterio y ahora toma cartas en el episodio UPS-Citigroup.