Nuevo software que hace rebotar correo basura a los remitentes

Quienes luchan contra e-mails basura o no deseados han cambiado de táctica. Ahora, atiborran de “spams” las casillas de quienes los envían. En buena medida, porque los recursos convencionales ya no sirven.

8 abril, 2005

En menor medida, porque existen todavía demasiados tontos que abren ese tipo de mensajes, a menudo portadores de virus o gusanos. Hasta la fecha, la defenmsa más comnún contra la basura eran filtros de software que identifican y bloquean mensajes indeseables o sus fuentes. Pero estos métodos no son ya eficaces.

De acuerdo con estudios recientes (MessageLabs via IBM, Security Intelligence Services), entre 50 y 75% de los e-mails que van por Internet son “spams”, indeseables, etc. Desde hace algunos meses, a la sazón, existe una estrategia alternativa, disponible en el segmento de códigos abiertos y gratuitos (Linux). Pero empresas e instituciones demoran en adoptarlo.

No obstante, la opción avanza. Estos días, por ejemplo, IBM ha revelado su primera gran incursión en software contra correo basura, con un servicio que emplea una gigantesca base de datos para identificar qué computadoras están mandando “spams”.

Hay una clave operativa: los correos electrónicos que provienen de máquinas incluidas en una lista de “proveedorews de chatarra” son rebotados directamente a las fuentes. Por ende, cuanto más “spams” salen de una posición, más masiva es la reacción. “Lo hacemos para poner fin a este tipo de cosas”, explica Stuart McIrvine, director de seguridad empresaria en Big Blue.

Symantec, el gigante de la seguridad, lanzó en enero un software de tecnología similar. Pero con otro efecto: hacer que lasconexiones de la PC remitentes de basura se torne lentas, muy lentas.

En general, los enemigos del “spam” aprovechan ciertos rasgos de Internet. Las computadoras y los servidores de correo electrónico dialogan entre sí empleando el protocolo interno de la Red y esperan que los datos sean recibidos antes de enviar más. Una máquina preparada para eliminar basura demorará la respuesta unos minutos, lo cual inmovilizará la máquina fuente y reducirá su capacidad de remitir nuevos mensajes.

Pero no basta con desechar el “spam”. De acuerdo con IBM, 76% sus e-mails de febrero eran basura, menos que el máximo en 2004 (95% en febrero de ese año), pero más que en febrero último. Sin duda, el sistema precisa ajustes.

En menor medida, porque existen todavía demasiados tontos que abren ese tipo de mensajes, a menudo portadores de virus o gusanos. Hasta la fecha, la defenmsa más comnún contra la basura eran filtros de software que identifican y bloquean mensajes indeseables o sus fuentes. Pero estos métodos no son ya eficaces.

De acuerdo con estudios recientes (MessageLabs via IBM, Security Intelligence Services), entre 50 y 75% de los e-mails que van por Internet son “spams”, indeseables, etc. Desde hace algunos meses, a la sazón, existe una estrategia alternativa, disponible en el segmento de códigos abiertos y gratuitos (Linux). Pero empresas e instituciones demoran en adoptarlo.

No obstante, la opción avanza. Estos días, por ejemplo, IBM ha revelado su primera gran incursión en software contra correo basura, con un servicio que emplea una gigantesca base de datos para identificar qué computadoras están mandando “spams”.

Hay una clave operativa: los correos electrónicos que provienen de máquinas incluidas en una lista de “proveedorews de chatarra” son rebotados directamente a las fuentes. Por ende, cuanto más “spams” salen de una posición, más masiva es la reacción. “Lo hacemos para poner fin a este tipo de cosas”, explica Stuart McIrvine, director de seguridad empresaria en Big Blue.

Symantec, el gigante de la seguridad, lanzó en enero un software de tecnología similar. Pero con otro efecto: hacer que lasconexiones de la PC remitentes de basura se torne lentas, muy lentas.

En general, los enemigos del “spam” aprovechan ciertos rasgos de Internet. Las computadoras y los servidores de correo electrónico dialogan entre sí empleando el protocolo interno de la Red y esperan que los datos sean recibidos antes de enviar más. Una máquina preparada para eliminar basura demorará la respuesta unos minutos, lo cual inmovilizará la máquina fuente y reducirá su capacidad de remitir nuevos mensajes.

Pero no basta con desechar el “spam”. De acuerdo con IBM, 76% sus e-mails de febrero eran basura, menos que el máximo en 2004 (95% en febrero de ese año), pero más que en febrero último. Sin duda, el sistema precisa ajustes.

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