Nuevas tecnologías ahondan en el cerebro
Un laberinto de conexiones descubre la intrincada estructura de la mente humana. Los científicos encaran otra etapa de un complejo proceso conocido como mapa de la mente, producto de la tecnología de imagen por resonancia magnética (IRM).
19 junio, 2009
<p>Según explican técnicos del hospital general de Boston (Massachusetts), cartografiar la mente implica una variante de IRM llamada difusión de imágenes sensoriales (DIS). Permite a los científicos mapear las fibras neurales que emiten señales en el cerebro. Cada gráfica se traduce en una imagen que representa cientos o miles de fibras en la mente. Todas recorren el mismo circuito.<br />
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El escaneo cerebral típico muestra una imagen gris de la mente, fácilmente distinguible por su serie de circunvoluciones. Pero, según John van Wedeen (neurólogo de aquella clínica), “es apenas una sombra del cerebro real. La estructura real, una trama muy organizada de neuronas y las proyecciones que las conectan, ha permanecido oculta hasta hace relativamente poco”.<br />
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La imagen por resonancia magnética habitual puede detectar las principales características anatómicas de la mente, por lo que se usa para diagnosticar derrames o tumores. Pero los progresos en capacidad computable y nuevos algoritmos permiten analizar información captada durante resonancias de modo absolutamente nuevo. Un mecanismo de ese tipo es la imagen por difusión de espectro (IDE). Emplea señales IRM para seguir el movimiento de moléculas acuíferas en el cerebro, que se difunden a lo largo de cuerdas neurales y crean un detallado borrador de las conexiones mentales.</p>
<p>En los aspectos médicos, los radiólogos empiezan a aplicar la tecnología DIS-DIE para cartografiar un cerebro antes de la cirugía o, por ejemplo, eludir tramos relevantes de fibras antes de extirpar un tumor. Wedeen y otros usan esa tecnología para comprender mejor las estructuras que subyacen capacidades humanas como ver, hablar o recordar. También hay más posibilidades de redefinir males ligados a conexiones anómalas, tales como esquizofrenia o autismo.<br />
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