El mayor productor mundial de celulares y afines amplía de dos a cuatro
las divisiones centrales de negocios. Aparte, en 2004 dejará de dedicarse
solamente a sistemas y teléfonos inalámbricos. Aguijoneada por Sony-Ericsson
y su lema “100% actitud” (no significa nada, pero tiene impacto), la
compañía finesa ingresa en celulares con cámaras, videoconsolas
-tipo Ngage- y dispositivos de uso empresario.
Pero la nueva estrategia pretende, en realidad, avanzar más allá
de los mercados donde Nokia compite con S-E, Motorola, Siemens o Samsung. Ahora,
los de Helsinki van también a por Microsoft, Nintendo y Minolta.
Se trata de la reorganización más ambiciosa desde 1999 e involucra
normas de management más transparentes y mayor responsabilidad de la
alta gerencia. Según “Stockholms dagbladet”, la disyuntiva
era clara: “O Nokia sigue siendo una empresa innovadora o se limita a funcionar
sólo como generadora de ingresos”.
No obstante, en el futuro contexto, la división telefónica continuará
siendo la más grande, ya que muestra impresionantes márgenes de
utilidad neta. Pero la atención de rivales y analistas se enfocará
en multimedios y aplicaciones empresarias.
Este replanteo demuestra que la firma “vive una fase crítica. La
nueva estructura -señala un informe de la consultora Gartner Group- debe
empezar muy aceitada, para que Nokia afronte las presiones competidoras que
su nuevo proyecto creará”. Alguna de ellas ya se perciben en un
estudio de otra consultora, Strategy Analytics.
El trabajo revela que la porción de la compañía finesa
en Europa íntegra retrocedió de 51,2 a 42,1%, comparando los terceros
trimestres de 2002 y 2003. Aunque no fuera así, apunta Gartner, “la
empresa tenía que encarar la III generación; una tecnología
que llega con atraso, pero llega al fín”.
Dentro de la gama “sistema universal de telefonía móvil”
(conocida por la sigla inglesa UMTS), Nokia se ha dejado sacar ventaja, salvo
en Japón. Ahí ha lanzado con éxito el dispositivo 6650.
Durante estas fiestas, sale al mercado el 7600, que se vende por ahora sólo
en Escandinavia, Austria, Italia y Singapur.
A fines de septiembre, Nokia mantenía cómodo liderazgo europeo
en inalámbricos: 42,1% contra 17% de Siemens, 7,6% de Samsung o 6,5%
(S-E, Motorola). De acuerdo con International Data Corporation, para el resto
del globo, el 35% finés competía con Motorola (1,5%), Samsung
(11,5%), Siemens (8,7%), LG (5,8%) y Sony-Ericsson (5,5%)
La espuma levantada por tácticas agresivas de marketing y publicidad
hacen sospechar que la puja por mercados será inicialmente más
dura en 3G, respecto de lo que fue en 2G y 2,5G. Pero con una salvedad: el precio
medio de los nuevos dispositivos los restringe a Estados Unidos-Canadá,
Unión Europea (los 15, no los 25), Japón, Surcorea, Taiwán
y Singapur.
El mayor productor mundial de celulares y afines amplía de dos a cuatro
las divisiones centrales de negocios. Aparte, en 2004 dejará de dedicarse
solamente a sistemas y teléfonos inalámbricos. Aguijoneada por Sony-Ericsson
y su lema “100% actitud” (no significa nada, pero tiene impacto), la
compañía finesa ingresa en celulares con cámaras, videoconsolas
-tipo Ngage- y dispositivos de uso empresario.
Pero la nueva estrategia pretende, en realidad, avanzar más allá
de los mercados donde Nokia compite con S-E, Motorola, Siemens o Samsung. Ahora,
los de Helsinki van también a por Microsoft, Nintendo y Minolta.
Se trata de la reorganización más ambiciosa desde 1999 e involucra
normas de management más transparentes y mayor responsabilidad de la
alta gerencia. Según “Stockholms dagbladet”, la disyuntiva
era clara: “O Nokia sigue siendo una empresa innovadora o se limita a funcionar
sólo como generadora de ingresos”.
No obstante, en el futuro contexto, la división telefónica continuará
siendo la más grande, ya que muestra impresionantes márgenes de
utilidad neta. Pero la atención de rivales y analistas se enfocará
en multimedios y aplicaciones empresarias.
Este replanteo demuestra que la firma “vive una fase crítica. La
nueva estructura -señala un informe de la consultora Gartner Group- debe
empezar muy aceitada, para que Nokia afronte las presiones competidoras que
su nuevo proyecto creará”. Alguna de ellas ya se perciben en un
estudio de otra consultora, Strategy Analytics.
El trabajo revela que la porción de la compañía finesa
en Europa íntegra retrocedió de 51,2 a 42,1%, comparando los terceros
trimestres de 2002 y 2003. Aunque no fuera así, apunta Gartner, “la
empresa tenía que encarar la III generación; una tecnología
que llega con atraso, pero llega al fín”.
Dentro de la gama “sistema universal de telefonía móvil”
(conocida por la sigla inglesa UMTS), Nokia se ha dejado sacar ventaja, salvo
en Japón. Ahí ha lanzado con éxito el dispositivo 6650.
Durante estas fiestas, sale al mercado el 7600, que se vende por ahora sólo
en Escandinavia, Austria, Italia y Singapur.
A fines de septiembre, Nokia mantenía cómodo liderazgo europeo
en inalámbricos: 42,1% contra 17% de Siemens, 7,6% de Samsung o 6,5%
(S-E, Motorola). De acuerdo con International Data Corporation, para el resto
del globo, el 35% finés competía con Motorola (1,5%), Samsung
(11,5%), Siemens (8,7%), LG (5,8%) y Sony-Ericsson (5,5%)
La espuma levantada por tácticas agresivas de marketing y publicidad
hacen sospechar que la puja por mercados será inicialmente más
dura en 3G, respecto de lo que fue en 2G y 2,5G. Pero con una salvedad: el precio
medio de los nuevos dispositivos los restringe a Estados Unidos-Canadá,
Unión Europea (los 15, no los 25), Japón, Surcorea, Taiwán
y Singapur.