La principal ambigüedad es que “todavía se trata de un concepto. Sin embargo, ya anunció que Argentina compraría 500.000 a un millón de unidades de un producto que, en principio, recién comenzaría a entregarse a fines de 2006 o principios de 2007”.
El informe semanal de los analistas destaca que “se proponen negocios con algo que, hoy por hoy, no existe. Negroponte sólo pudo mostrar dibujos del equipo en cuestión, demostrando que en verborragia puede competir mano a mano con muchos en esta actividad”. Basta releer sus libros de futurismo para advertirlo.
Tan difusa es la portátil OLPC (“one laptop per child”) que ni siquiera existe una ficha técnica definida. En el sitio del Media Lab, marca registrada del gurú, se habla textualmente de 500 mHz, un gb y un megapíxel. También de muchos puertos USB, WiFi y capacidad para redes celulares. Pero, por ejemplo, “no se aclara cuál será la tecnología: GSM, GPRS, EDGE, CDMA, etc.”.
Otra duda surge al presumirse que éste es el único camino apropiado para introducir la tecnología en el ámbito educativo. No se han hecho pruebas que permitan definir aplicaciones pedagógicas ni como sería la interacción real tanto en el ámbito escolar como el hogareño. “Por otra parte –prosigue la consultora-, no hubo menciones sobre precio final (una diferencia de US$ 15 es mucho cuando se compra un millón de unidades), ni cómo serán la logística, el esquema de soporte y el efecto de estas variables en el costo total del plan”.
Los expertos proponen un simple ejercicio, dejando a Negroponte de lado, la laptop a US$ 100 ó 150 y el ministerio de Educación. “¿Qué pensaríamos si nos dicen que el Estado se apresta a comprar entre 500.000 y 1.000.000 de unidades de un producto que hoy sólo existe en el papel, cuyas características aún son difusas, cuyo costo real aún no está definido y cuyas bondades no han sido probadas en ningún caso? Además, con un único proveedor, por lo cual la compra sería directa.
La principal ambigüedad es que “todavía se trata de un concepto. Sin embargo, ya anunció que Argentina compraría 500.000 a un millón de unidades de un producto que, en principio, recién comenzaría a entregarse a fines de 2006 o principios de 2007”.
El informe semanal de los analistas destaca que “se proponen negocios con algo que, hoy por hoy, no existe. Negroponte sólo pudo mostrar dibujos del equipo en cuestión, demostrando que en verborragia puede competir mano a mano con muchos en esta actividad”. Basta releer sus libros de futurismo para advertirlo.
Tan difusa es la portátil OLPC (“one laptop per child”) que ni siquiera existe una ficha técnica definida. En el sitio del Media Lab, marca registrada del gurú, se habla textualmente de 500 mHz, un gb y un megapíxel. También de muchos puertos USB, WiFi y capacidad para redes celulares. Pero, por ejemplo, “no se aclara cuál será la tecnología: GSM, GPRS, EDGE, CDMA, etc.”.
Otra duda surge al presumirse que éste es el único camino apropiado para introducir la tecnología en el ámbito educativo. No se han hecho pruebas que permitan definir aplicaciones pedagógicas ni como sería la interacción real tanto en el ámbito escolar como el hogareño. “Por otra parte –prosigue la consultora-, no hubo menciones sobre precio final (una diferencia de US$ 15 es mucho cuando se compra un millón de unidades), ni cómo serán la logística, el esquema de soporte y el efecto de estas variables en el costo total del plan”.
Los expertos proponen un simple ejercicio, dejando a Negroponte de lado, la laptop a US$ 100 ó 150 y el ministerio de Educación. “¿Qué pensaríamos si nos dicen que el Estado se apresta a comprar entre 500.000 y 1.000.000 de unidades de un producto que hoy sólo existe en el papel, cuyas características aún son difusas, cuyo costo real aún no está definido y cuyas bondades no han sido probadas en ningún caso? Además, con un único proveedor, por lo cual la compra sería directa.