<p>Se trata de una pequeña pero muy activa subcultura que apareció en Twitter de vigilantes de la gramática y el buen gusto que pasan horas vigilando los tweets de otras personas, tanto famosas como desconocidas. Crean sus propios algoritmos para husmear en los mensajes de Twitter que les resultan desagradables, sea por contenido o por forma. Se consideran los guardianes de un nuevo código de conducta que llaman Twetiquette (o sea etiqueta en Twitter).</p>
<p>Uno de los reprendidos fue John Cusack, quien twitea desde su iPhone, inventa palabras y descuida la ortografía. Sus seguidores ignoran todo eso, pero los grammarcops le dijeron que su ortografía apesta: “Si vas a hacer política, tal vez deberías aprender a escribir Pakistán como corresponde, y todas las otras palabras también”.</p>
<p>Uno de los vigilantes es Nate Fanaro, programador de 28 años quien opina que Internet se vería más elegante si la gente puliera su gramática un poquito y escribiera en minúscula. Escribió un programa que detecta tweets escritos en mayúsculas y envía automáticamente mensajes de este tipo: “Esto no es MySpace, de modo que tal vez deberías destrabar la tecla mayúsculas”.<br />
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Pero los chistes no les resultan gratuitos. Fanaro pone el número de su teléfono en su perfil de Twitter y la casilla está llena de amenazas y cosas irrepetibles.</p>
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Los Grammarcop cuidan la gramática en Internet
Son un grupo de personas que se autoimpusieron la obligación de revisar los tweets de la gente y retarlos por el uso descuidado de la lengua. Se ganaron el odio de la gente, que los llama y los insulta.