Los centros de datos se mudarán al Ãrtico

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La zona es fría – ideal para los servidores – y abunda en energías renovables.

Uno de los resultados de la revolución digital es el aumento impresionante de la cantidad de electricidad consumida en los centros de datos del mundo. ¿Por qué? Porque los servidores deben mantenerse a baja temperatura. Para eso, los mejores lugares para instalar esos centros de datos son los países árticos, que además tienen la ventaja de estar asentados sobre grandes cantidades de energías renovables.

 

Los centros de datos consumieron en 2017, alrededor de 7% de la electricidad mundial, según un informe presentado en Davos. Según IBM, los datos generados y almacenados en 2014 y 2015 superaron en cantidad a todos los datos acumulados por la humanidad con anterioridad. Los pronósticos de fuentes autorizadas, permiten suponer que se triplicarán para 2021. Si todo esto se concreta, los centros de datos demandarán una cantidad increíble de electricidad.

 

Actualmente los dos combustibles responsables de la generación de casi dos tercios de la electricidad mundial son gas y carbón. La energía hidroeléctrica aporta 17% y la nuclear, 11%. Por lo tanto es de esperar que el enorme crecimiento de la demanda eléctrica que se proyecta va a generar también un gran aumento de las emisiones de gases de invernadero.

 

Una de las formas que se encuentran para reducir ese impacto sería aprovechar el clima ártico, pues uno de las mayores costos energéticos se origina en la necesidad de mantener fríos los servidores.

 

En Islandia, la temperatura anual promedio es de 4ºC, aproximadamente la misma de una heladera. Además, la zona ártica tiene mucha energía renovable, especialmente de fuentes geotermales no exportables. Por eso, ya algunos usuarios de grandes centros de datos, como Google y Facebook están aprovechando esta ventaja e instalando centros en el norte de Suecia y Finlandia.

 

Japón y Surcorea, dos naciones en la vanguardia del desarrollo digital, no tienen recursos energéticos locales. La construcción del sistema del cable submarino de fibra óptica Quintillion que va desde Japón hasta Londres a través del Pasaje del Noroeste, al norte de Alaska y Canadá, abrirá una enorme área para el almacenamiento de datos. Lo mismo los proyectos Rotacs y Arctic Connect, que conectarían el Sudeste Asiático con Europa a través del Pasaje Noreste.

Entonces, los avances en utilización de datos significan una gran presión sobre los sistemas eléctricos. Por eso parece inevitable trasladar el negocio de los datos al norte, donde es más corta la distancia entre los países, donde se mantiene naturalmente el clima frío y donde abunda la energía renovable.

 

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