<p>En 2008, su empresa instaló la mayor grilla interconectada mundial, al sudeste de Belfast. Las dos turbinas del proyecto SeaGen cuestan US$ 3.600.000 y pueden generar hasta 1,2 megavatios, electricidad suficiente para alimentar 1.10 hogares.</p>
<p>MCT es una entre más de treinta compañías que trabajan aprovechando mareas y corrientes en varios lugares del mundo. Aunque haga apenas seis años que se inició el primer proyecto. Hacia 2020, habrá ya unos US$ 4.000 millones en inversiones de este género en la Unión Europea. A la sazón, Bruselas ofrece incentivos para formas de energía que no liberen monóxido o dióxido de carbono, las dos principales del efecto invernadero. </p>
<p>En EE.UU,, el presidente Barak Obama planea elevar desgraciones impositivas a la generación de energías renovables. La opción mareomotriz “tiene vasto futuro en la UE, si bajan los costos de construir usinas”, sostiene Hugo Chandler, experto sectorial en la agencia internacional de energía y combustibles.</p>
<p>Si bien las mareas son gratuitas, generar electricidad a partir de ellas es tres veces más caro que emplear carbón, petróleo o gas natural (que son combustibles, no energía). De acuerdo con Carbon Trust, ente gubernamental británico, incluyendo inversiones y mantenimiento, la energía mareomotriz cuesta unos US$ 0,22 por kilovatio/hora, contra 7,3 centavos de la generad vía hidrocarburos o 10 centavos de la eólica. </p>
Londres, Washington y Bruselas optan por energía mareomotriz
“Hace 35 años, el futuro de esa tecnología dependía de países pobres”, recuerda Peter Fraenkel, cofundador de Marine Current Turbines. “Ahora algunos países centrales apelan a nueva fuentes de energía renovables”.