Por Graciela Ciccia(*)
La aprobación por la Cámara de Diputados del proyecto de Ley de Economía del Conocimiento es un punto de inflexión para el ingreso definitivo en la que se conoce como la nueva revolución industrial. Confiamos que será aprobada por el Senado y de ese modo Argentina contará con un marco regulatorio moderno que promueve actividades productivas intensivas en ciencia, tecnología e Innovación.
La iniciativa impulsada por el Ministerio de Producción y Trabajo fue el resultado de un año de intensa cooperación público privada donde convergieron actores de diferentes sectores industriales representando tanto a grandes empresas como a PYMES de las diferentes regiones del país. Asimismo fueron convocados nuevas empresas de base tecnológica del ecosistema emprendedor.
Se conjugaron distintas visiones, necesidades y disciplinas tales como el software, nanotecnología, biotecnología, producción audiovisual, industria aeroespacial y satelital, robótica, microelectrónica, inteligencia artificial, entre otras.
El común denominador fue la necesidad de incorporar recursos humanos altamente capacitados y desarrollar tecnologías y servicios disruptivos de impacto global incrementando las actividades de Investigación, Desarrollo e Innovación en el sector privado y sobretodo poder ser competitivos en la producción de bienes y servicios de alto valor agregado.
Para ello el proyecto de ley incluye beneficios impositivos como la reducción del costo laboral, alícuota reducida del impuesto a las ganancias, estabilidad fiscal y alivio fiscal para los exportadores. Busca crear más de 200 mil nuevos puestos de trabajo a nivel nacional e incrementar el potencial exportador a US$ 15 mil millones anuales.
Estos incentivos al sector privado redundarán en la creación de nuevas empresas de base científica tecnológica alivianando la carga fiscal para permitir su crecimiento y consolidación. Hay una nueva camada de jóvenes científicos que junto a emprendedores de negocios celebran esta iniciativa que les permitirá acelerar sus desarrollos exponencialmente.
En el pasado sólo existía la Ley de Software que tuvo un altísimo impacto en la generación de empleo calificado y de nuevas empresas que nos posicionan a escala mundial. Hoy con este proyecto de ley podemos hablar de una verdadera Economía del Conocimiento que abarca diversos sectores industriales, conjuga nuevas tecnologías, promueve la investigación y desarrollo y genera mejores condiciones para los emprendimientos científicos, tecnológicos y creativos del país.
(*) Directora de I+D+i de Grupo Insud y miembro fundador de la Cámara Argentina de Biotecnología.
