El gobierno de Trump está demostrando interés en los países nórdicos de varias maneras. Hace un tiempo el presidente propuso a Dinamarca comprarle Groenlandia. Como el pedido no prosperó se conformó con abrir allí un consulado. También le lanza ataques a Suecia por un motivo o por otro.
Pero lo más preocupante, para los países nórdicos, es el interés norteamericano por las empresas Nokia (finlandesa) y Ericsson (sueca). Las redes de comunicaciones 5G constituyen una de las pocas áreas de la tecnología en las que Estados Unidos está casi totalmente ausente, Una realidad que le cuesta digerir al país norteamericano. El fiscal general William Barr dijo en febrero que el país debería considerar tomar participación accionaria en las telcos finlandesa y sueca, sea en forma directa o a través de otras compañías. El gobierno restó importancia a la propuesta y Cisco (la mejor candidata para hacer esas compras) la rechazó abiertamente.
Pero aunque la pandemia aflojó un poco la presión por una posible operación, el rumor no desapareció . El interés norteamericano pondría a ambas compañías – y a sus respectivos países — en una situación comprometida. Suecia y Finlandia son los principales defensores, en la Unión Europea, del libre comercio y de un mercado único abierto. Pero al mismo tiempo asisten al apoyo que brinda el gobierno chino a Huawei, la principal rival de ambas en equipos 5G. El dominio de la tecnología 5G será la principal lucha global comercial y geopolítica.