Los servicios en la nube han revolucionado la manera en la que las empresas almacenan información. Al guardar archivos importantes en un servidor no localizado, los empleados pueden acceder a sus datos desde cualquier lugar del mundo, siempre y cuando tengan una conexión a Internet, analiza Leslie Ashton, security sales specialist en Druidics.
Desafortunadamente, las consecuencias imprevistas siempre siguen el cambio -y en este caso particular, la seguridad de datos es el sacrificio principal-.
Como resultado, las empresas deben evaluar cuidadosamente sus opciones y preguntarse a sí mismos: “¿qué método de gestión de datos es mejor el cloud computing o el almacenamiento local?”
Motivos para almacenar en la nube
• Cuando la información se sube a la nube, la misma se cifra. En el caso de aquella que está en nuestra laptop o PC, dudosamente lo esté.
• Para compartir una información en la nube se nos pide que demos acceso con claves -de diferentes niveles- a la información. Si compartimos información de nuestra PC, probablemente la entreguemos en un pendrive.
• La información que está almacenada en la nube está libre de virus. La información que tenemos localmente, dependerá de nuestro antivirus, si es que tenemos uno y está al día.
• La información que está en la nube tiene contingencia para asegurar que esté online a pesar de algún fallo. La información que tenemos localmente, dudosamente pueda resistir a algún fallo o si la tenemos copiada en otro medio, probablemente esté desactualizada.
Al pensar en la seguridad en la nube claramente se puede observar que por cumplir con políticas, normas y buenas prácticas es más segura que la información local.
El punto débil de la nube es el acceso a la información, si no tenemos internet o la misma no es de calidad, no podemos acceder a nuestra información y nos tendremos que manejar con la información almacenada localmente.
La ecuación ideal es una combinación de ambas, y reforzar el almacenamiento local con las buenas prácticas que adoptó la nube.