La inteligencia artificial es una oportunidad para la creación de nuevos empleos

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Hay una tendencia colectiva, que nos quiere hacer creer que la IA producirá perturbaciones de
tal magnitud que supondrá la pérdida de miles de trabajos, junto al inicio de una etapa caótica y de quiebre socio económico.

Por Valeria De Lazzari Pitt,
Gerente de Capital Humano
SMS Buenos Aires

Sin embargo, una interpretación distinta del mismo escenario; nos permitiría considerar a la IA como una oportunidad de ahorro de tiempo valioso, la disminución del trabajo rutinario, lo que posibilitaría a las personas orientar su talento a labores más creativas, analíticas y/o relevantes, e incluso lograr un mayor ahorro de tiempo en pos del ocio o el disfrute.
Volviendo a la robótica y la automatización, se habló mucho sobre que estas últimas reemplazarían a trabajadores en ciertas tareas. Sin embargo, no hay que dejar de considerar, que la automatización, en conjunto con la IA y todo desarrollo tecnológico en sí, permitiría organizaciones más eficientes, productivas y competitivas, con más tiempo disponible para generar nuevos negocios, sus integrantes con nuevos y mayores conocimientos gracias a la capacitación, y todo ello, generaría un gran valor en sus roles futuros.

La llegada de la IA, como así todo nuevo reto tecnológico, nos desafía al aprendizaje continuo, a adquirir nuevas habilidades y aplicarlas en nuestras actividades profesionales del día a día.

Si lo analizamos como una “oportunidad” de obtener ayuda, tanto la automatización como la IA, serán grandes aliadas de los profesionales en un futuro inmediato. En el ámbito IT y de la Robótica, los especialistas mencionan que todos estos avances han venido a brindarnos soluciones en las llamadas “3 D”; Danger (tareas peligrosas); Dull (tareas aburridas); y Dirty (trabajos sucios) y recientemente se le ha agregado la cuarta “D” Dificult (tareas difíciles) ya que permite procesar grandes volúmenes de datos.

En concreto, la IA no tiene como objetivo reemplazar al ser humano; sino complementarlo y ayudarlo a alcanzar el éxito de sus objetivos. Es muy importante restarle tanto dramatismo al tema, y analizarlo en términos de progreso y evolución. Evolucionar implica cambiar, y todo cambio conlleva tomar lo nuevo como una oportunidad.

El futuro laboral

Se cree que la era de la IA, al igual que otras revoluciones tecnológicas anteriores, generará una gran cantidad de cambios en el ámbito laboral. Sin embargo, aún no sabemos cuáles serán esas modificaciones y cómo irán surgiendo.

Cuando nació Internet, y surgió el correo electrónico, nadie podía prever el impacto que esto generaría en las empresas de servicios postales tradicionales. Tampoco se puede predecir qué sucederá con las industrias automotrices en el futuro próximo, con el advenimiento del automóvil hibrido o eléctrico. De este mismo modo, tampoco podemos prever cuántas o cuáles serán las ideas innovadoras que posibilitará la IA.

Lo que sí es seguro es que la IA transformará un gran porcentaje de los actuales empleos y generará otros nuevos en un futuro cercano. Como contracara de este pronóstico, los oficios manuales, artesanales que no pueden ser reemplazados ni aún con la precisión de un robot, recuperarán prestigio y valor.

¿Cuál será, entonces la realidad laboral en el futuro próximo? ¿Qué profesiones o perfiles tendrán un mercado más difícil y cuáles tendrán mayores ventajas? No se sabe con absoluta certeza.

Todo apunta a que las profesiones más afectadas serán aquellas que representen una menor capacidad de formación o impliquen labores rutinarias y operativas, por ejemplo, los puestos vinculados a tareas de oficina, administración o ventas. Por el contrario, las que pueden resultar más favorecidas serán las profesiones asociadas a tecnología, data analytics, el medio ambiente y salud.

Como mencionamos anteriormente, si lo analizamos como una oportunidad, la IA puede aportar soluciones en campos como la seguridad informática, diagnóstico médico; conducción autónoma, predicción y pronóstico; optimización de procesos, entre otras.

Ahora bien, haciendo zoom en el Capital Humano, que es sin dudas el activo más valioso de una organización, seguirán siendo muy valoradas las competencias denominadas “soft” y se ponderarán aquellos perfiles que puedan trabajar por proyectos, tengan iniciativa, lideren equipos, posean pensamiento crítico, sean grandes comunicadores, dominen las situaciones de conflicto y sean resilientes.

Las ciencias humanas podrán valerse de la IA para ser más asertivos, ágiles y predictivos, pero ninguna inteligencia ni la mayor tecnología, podrían reemplazar la calidez, la empatía o la sensibilidad humana.

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