La computación en la nube genera problemas de jurisdicción
La computación en la nube no tiene fronteras, los países sí. A medida que las actividades electrónicas se esparcen por el mundo, aparece una maraña de cuestiones legales y de privacidad. Un problema sin fácil solución.
<p>Aunque no siempre es evidente cuál es el lugar de residencia de los datos cuando están alojados en un servicio de nube – como el correo electrónico basado en la web – la ubicación física es importante. Y según la jurisdicción legal donde estén almacenados los datos, estos podrían estar expuestos a control gubernamental o a regulaciones nacionales. <br />
<br />
El tema preocupa a Canadá y algunos países europeos, donde grupos de activistas temen que sus estrictas reglamentaciones nacionales sobre privacidad podrían ser ignoradas si los datos de los ciudadanos están guardados en servidores que están en Estados Unidos. Los poderes de las leyes norteamericanas para espiar correos y otros registros fueron ampliados por el “USA Patriot Act”, una ley aprobada luego de los ataques terroristas del 11 de septiembre. La provincia canadiense de British Columbia respondió con una ley de 2004 exigiendo a los organismos públicos que garanticen que la información personal de sus ciudadanos, como sus historias clínicas, sea “guardada sólo en Canadá y que sólo puedan abrirse en Canadá ".<br />
<br />
La difusión de leyes que imponen restricciones al acceso a datos pone trabas a empresas y organismos oficiales para usar proveedores de servicios de nube, el mayor de los cuales está basado en Estados Unidos. Por cierto, el Departamento de Comercio de Estados Unidos considera que los obstáculos legales a los flujos de datos están convirtiéndose en un peligro para la libertad de comercio. Ya formó una comisión con México y Canadá para asegurar que las leyes de privacidad no se interpongan. <br />
</p>
