Las ventas de vehículos eléctricos crecieron un 140% en el primer trimestre de este año, ya que se vendieron 1,1 millones de unidades, según la Agencia Internacional de Energía (AIE). Este buen comportamiento se debe principalmente a China, Europa y Estados Unidos, tres de los principales mercados de este segmento.
La comercialización estuvo por debajo del año pasado durante los primeros tres meses, había 4.582 unidades hasta marzo, lo que representa una caída del 11,7%. Para el mes de abril tomaron impulso y aseguraron el mejor cuatrimestre de la historia en el mercado. Así, hasta el mes pasado se vendieron 7.290 vehículos electrificados (eléctricos e híbridos), con un incremento del 29,4% respecto al año pasado en países como Brasil, según la AIE.
El crecimiento en otros países fue impulsado por regulaciones más estrictas sobre emisiones de CO² y también por subsidios gubernamentales. Los gobiernos ahora deben realizar el trabajo preliminar esencial para acelerar la adopción de vehículos eléctricos, utilizando paquetes de recuperación rentables para invertir en baterías y en el desarrollo de una infraestructura de carga completa y confiable.
Los problemas de seguridad son fundamentales en este contexto. Como los vehículos eléctricos funcionan en base a un sistema computarizado, es posible que personas externas obtengan acceso al vehículo, haciéndolo susceptible a ataques de piratas informáticos.
La vulnerabilidad de los coches eléctricos
Una encuesta realizada por Pen Test Partners mostró los resultados del análisis de seis sistemas de carga, tanto para entornos personales como públicos. La conclusión general es que la gran mayoría de ellos tienen graves fallas de seguridad, que permiten desde el control remoto de sus funciones hasta la invasión de otros dispositivos que comparten la misma red. Además de poder encender y apagar los cargadores de forma remota, también era posible insertar puertas traseras en ellos que podrían comprometer cualquier dispositivo conectado a los cargadores.
En 2015, la revista Wired informó que dos piratas informáticos secuestraron un automóvil en movimiento y tuvieron éxito. Esto se llevó a cabo a través del sistema de infoentretenimiento, también conocido como sistema multimedia para automóviles, que permite conectarse a aplicaciones y otros medios. El año pasado, un grupo de ingenieros pudo utilizar un dispositivo de suplantación de identidad de bajo costo para evitar que un vehículo eléctrico se cargara.
Además de controlar el flujo de electricidad, las amenazas también pueden incluir el robo de identidad, la alteración de datos y el malware. Además, estas amenazas pueden ir más allá del propio vehículo y comprometer la estación, los operadores de los puntos de recarga e incluso los operadores del sistema de distribución.
“Este es un problema grave para la seguridad de quienes se encuentran dentro o incluso fuera del vehículo: después de todo, un pirata informático podrá controlar todos los aspectos de ese automóvil; desde el aire acondicionado y la música hasta la ruta que se está trazando y las marchas. Todo lo que esté conectado a Internet necesita que se implementen medidas de ciberseguridad” afirmó Dean Coclin – director senior de desarrollo empresarial de DigiCert.
¿Cómo puede ayudar la tecnología PKI?
Todos los días, se crea un nuevo software para ayudar con la seguridad de los vehículos eléctricos. Pero formar profesionales para cada nuevo software resulta bastante costoso para las empresas, que, en general, no cuentan con tantos profesionales en el área a su disposición. Otra precaución necesaria tiene que ver con el intercambio de datos, que debe hacerse con moderación. También porque son importantes para que las empresas sigan mejorando experiencias, identificando problemas comunes, monitorizando vehículos e incluso previniendo accidentes.
Una de las mejores formas de proteger las estaciones de carga es con la tecnología de infraestructura de clave pública (PKI). Si bien la popularidad de los vehículos eléctricos está aumentando, también lo están las amenazas cibernéticas. Los investigadores han encontrado vulnerabilidades conocidas en las estaciones de carga de vehículos eléctricos, incluida la falta de cifrado y la falta de autenticación.
Además, además de la seguridad, los sistemas de carga de vehículos eléctricos deben proporcionar una operatividad perfecta para los consumidores que desean una experiencia automatizada. Los consumidores no quieren ningún retraso o tener que volver a ingresar sus credenciales. Por lo tanto, crear una conexión perfecta también es clave para optimizar las estaciones de carga de vehículos eléctricos.
A medida que aumenta el número de vehículos y aumentan las amenazas de los vehículos eléctricos, se presenta una tormenta perfecta que puede dejar vulnerable a la industria de los vehículos eléctricos. La solución potencial perfecta para esa tormenta es PKI.