Además, es un combustible transportable y competitivo, lo que permitirá una gran reducción en las emisiones de CO2; lo que va en concordancia con alcanzar la Meta 7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que garantiza el acceso a una energía barata, fiable, sostenible y renovable para 2030.
En América se ha visto reflejado el crecimiento de este sector enérgetico, al grado que incluso el Banco Mundial visualiza a América Latina como una región con potencial para convertirse en una de las más competitivas del mundo en la producción de hidrógeno verde para 2030.
Lo anterior se debe en gran parte a que actualmente en el continente existen 13 proyectos operacionales y más de 70 en desarrollo, en los que la iniciativa privada y el sector público han colaborado para sentar las bases de lo que será la energía del futuro cercano.
Por ejemplo, de agosto de 2020 a noviembre de 2022 se ha triplicado la cartera de proyectos de hidrógeno verde en Chile y actualmente ya existen dos plantas produciendo moléculas de este combustible en el país. Por su parte, Colombia ha establecido la hoja de ruta del hidrógeno verde para los próximos 30 años; impulsando así las politicas de transición energética tanto convencionales como no convencionales.
En Perú, la industria del hidrógeno verde tiene el potencial de generar nuevos empleos, ya que se estima que sean más de 22 mil entre 2030 y 2040; así como 94 mil empleados entre 20240 y 2050. Esto gracias a la vinculación de profesionales de distintas disciplinas y con experiencia en industrias como el petróleo, el gas, y la producción industrial, dada la diversidad de usos finales.
Si bien todavía existen varios desafíos estructurales y legíslativos para que esta energía se vuelva realmente un combustible de uso más común y no sólo una tendencia, existen otros retos en cuanto a la capacitación de personal técnico tanto para las empresas, como para el gobierno de los países en América Latina:
• Identificar el talento dentro de la organización: El hidrógeno verde es un mercado que está en constante cambio y comienza a cimentar sus bases, por lo que es fundamental para las empresas y gobierno reconocer el personal con el que cuentan y que puede ser el referente técnico dentro de su organización.
Si bien se requiere que el personal tenga conocimientos básicos de energía y/o el sector energético para que pueda especializarse ahora en hidrógeno verde, también es clave que se le dé la oportunidad a las personas que muestren aptitudes que ayudarán a la organización a participar con mayor intensidad en este sector energético de reciente formación.
• Inversión en capacitación: “Idealmente las empresas y gobierno deben tener un plan de capacitación continuo para sus colaboradores, el cual les debe permitir mantenerse actualizados en el mercado del hidrógeno verde, ya que es un sector naciente del que todavía no existen referencias previas y que está creciendo deprisa en todo el mundo“, destaca Gabriela Díaz, Gerente de la Unidad de Capacitación en TÜV Rheinland Academy Sudamérica.
De esta forma, contar con una inversión en capacitación técnica, comercial y estratégica representa una ventaja competitiva para participar en los proyectos que se encuentran en desarrollo en la región o que estarán próximos a implementarse.
• Tener capacitación certificada internacionalmente: Tener
• capacitadores externos que cuenten con respaldo internacional permitirá a las empresas y gobiernos extender sus fronteras, no sólo en términos de conocimientos, sino en proyectos que se puedan llevar a cabo en los demás países de America e incluso en las demás regiones. Al contar con capacitaciones con validez internacional el personal también se vuelve una ventaja competitiva frente a compañías globales y por lo tanto, facilita el intercambio de experiencias, proyectos y negocios.
“En TÜV Rheinland contamos con un HUB de presentación de servicios regional que brinda una amplia oferta de capacitación para que las personas clave en las organizaciones tengan conocimientos sobre el hidrógeno verde, así como de la transferencia de conocimiento con las herramientas necesarias para la adaptación a las nuevas fuentes de energía en sus industrias“, puntualiza Díaz.
De esta forma, llegó el momento para las empresas y gobierno de tener un plan no sólo de inversión en infraestructura y desarrollo de proyectos, sino de capacitaciones que ayudarán a su personal para el fortalecimiento del sector de hidrógeno verde que cada vez será más relevante en la región de América y en el mundo; lo que provocará que las organizaciones demanden cada vez más personal capacitado internacionalmente para generar una ventaja competitiva.
Asimismo, al proveer capacitación en hidrógeno verde se ayuda a la región y a las industrias a desarrollarse en las tecnologías limpias y sustentables, por lo que también se colabora para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo de la ONU 2030.