La caída de sistemas, procesos largos y lentos, muchos talentos destinados a tareas monótonas generan pérdida de dinero y altos costos de soporte o recursos que se incrementan ante la falta de implementación de la tecnología adecuada.
Sumado al costo económico, las empresas deben afrontar otro problema que puede afectarlas a largo plazo: la pérdida de la confianza de sus clientes y una percepción negativa sobre sus servicios difícil de revertir. En una sociedad hiperconectada, los problemas de conexión y acceso, la lentitud de respuesta, errores en el servicio, pueden convertirse en el detonante para que un cliente deje de serlo; sumado a que un reclamo en redes puede provocar que otros también lo hagan.
La imagen de la empresa hoy se encuentra más vulnerable que nunca. Evitar pérdidas económicas y de reputación es tarea de las nuevas tecnologías de gestión y de la automatización de procesos.
Durante 2021, TheEye, una plataforma de Automatización de Procesos con Inteligencia Artificial y metodología propia, llevó adelante un análisis entre sus clientes que le permitió identificar cuáles son los riesgos más comunes que corre una compañía si no automatiza procesos y que termina llevando a la pérdida de imagen positiva.
Errores humanos: el humano se puede confundir, el robot no. Esos errores, pueden implicar pérdidas y en procesos muy críticos afectaría gravemente a la empresa, por ejemplo, con multas; o afectar la imagen de la empresa, lo que genera clientes insatisfechos, la pérdida de licencias de operación, etc.
Pérdida de oportunidades: un robot de software libera mucho tiempo al capital humano, el cual podrá destinar a aquellas actividades que antes no podía hacer y que suelen ser más beneficiosas para el negocio. Si no se automatiza se tiene talento humano, haciendo actividades monótonas, aburridas, de poco valor, generando burnout y desmotivación en el equipo. Esto afecta directamente al negocio en la proyección de ingresos y la retención de talento.
Pérdida de competitividad: quien no automatiza sus procesos, corre el riesgo de que su competencia ya lo haya hecho, perdiendo mucha competitividad debido a que les será imposible poder igualar la calidad o el precio del servicio/producto que ofrece la competencia con el mismo margen.
Pérdida de capacidad de operación: si una persona del equipo que forma parte de un proceso se enferma, renuncia o no se presenta a trabajar, siendo la única persona que conoce el proceso, pasará un tiempo en el cual no podrán operar. Durante esa curva de aprendizaje donde otro colaborador aprende a hacerlo, habrá casos que no sabrán cómo resolver, y en el caso de procesos que son en equipo, al haber una persona menos, la carga se traslada al resto del equipo, resultando en que deban resignar otras tareas y atrasarse. Con la automatización, algunas partes del proceso las puede resolver el robot, y además por la velocidad con la que opera, se evitan los cuellos de botella. Además, al implementar automatización se documentan los procesos y su intervención manual.
“Este análisis que llevamos adelante durante el año 2021 nos permitió identificar los riesgos más importantes que corren las empresas si no implementan procesos de automatización, por lo menos para las áreas claves como son administración, contabilidad, compras, tecnología, entre otras”, agrega Javier Ailbirt, CEO de TheEye.