Java combate en dos frentes

En tres años de lucha, Sun Microsystems convenció a docenas de rivales de formar un frente para desbaratar el monopolio de Windows (Microsoft). El arma clave es Java, la norma diseñada por Sun.

2 septiembre, 2000

El software escrito en Java promete correr en cualquier dispositivo con base en un chip, desde mainframes a teléfonos celulares, permitiendo que cada cliente combine sus equipos aparentemente incompatibles.

Los programadores que ahora se ven forzados a crear varias versiones para sistemas rivales podrían producir uno que se adecuara a todos los programas. Esto prácticamente descalificaría a Windows, pues ningún programador se sentiría obligado con Microsoft para obtener los detalles del diseño.

Durante los próximos meses se especificarán los fragmentos incompatibles de Java que no amenazan a Windows. Las facciones feudales comenzaron a buscar los diseños rivales de Java.

Una docena o más de empresas, entre las que se incluye Hewlett-Packard, están impulsando sus propios clones para este lenguaje de programación que podría desestabilizarlo como plataforma unificada.

Un corrillo de pequeños jugadores comenzó a establecer sus propias normas técnicas para utilizar Java. Sun trata de impedirlo.

IBM también muestra cierta intranquilidad y presiona a Sun para que tome cartas en el futuro de Java.

Microsoft –que le dio impulso a Java comprando la licencia y que terminó en un juicio de Sun por modificación ilegal del diseño– empieza a mostrar signos de querer abandonar los clones de Java.

Todo esto sucede mientras Sun introduce la tercera gran versión de Java en los últimos tres años, un paquete más veloz y estable llamado Java 2.

Java comenzó ocupándose de pequeñas tareas –aunque de excelencia–, como el logo de movimiento completo en un aviso de una página web.

Ahora se buscan usos más serios: Saab Cars USA utiliza el Java para que sus vendedores tengan acceso a los datos de financiación y de características provenientes de una gran cantidad de sistemas administrativos incompatibles en los salones de exhibición y para que puedan visualizarlos con un simple software de browser.

Pero Java está tan preocupado por su lucha con Microsoft como por sus clientes. Sun gasta más de US$ 200 millones por año más capital de imagen en el desarrollo de Java.

Ha otorgado derechos de licencia para el potencial asesino de Windows a casi 200 compañías y ha unido a enemigos mortales (IBM, Oracle, Novell) que comparten su deseo de derribar a Microsoft.

Pero la alianza anti Microsoft no tiene bases sólidas. Sun inventó Java e insiste en dar su opinión final sobre el diseño; sus socios disgregados opinan que Java solamente podrá desarrollarse mejor si Sun delega el control.

“Java es más grande que cualquier otro tipo de compañía”, dice Patricia Sueltz, gerente general de Java en IBM, que tiene 3.000 personas trabajando en Java, tres veces más de las que tiene Sun.

Opina que Java debe ser una norma completamente “abierta” con tantos contribuyentes como sea posible en su diseño. Cuestiona los motivos de Sun: “¿Están haciendo todo este esfuerzo con el solo fin de convertir a Sun en una empresa de hardware, o lo hacen por el bien de todos?”.

Sin embargo, Baratz, de Sun, sugiere que IBM es la única empresa con un temario oculto, llevando a Java por caminos que solamente le darían una ventaja a IBM. “¿Cuál es el motivo real de IBM?”, se pregunta.

Si Sun cede la presión en Java se arriesga a la formación de versiones muy conflictivas, dice Baratz. Java se asemejará a Unix Redux: Windows le ganó al software de Unix principalmente porque Unix se fragmentó en diseños levemente incompatibles.

“Debe haber una compañía que se haga cargo de la norma”, dice un ejecutivo de Sun.

Pero Java se está fragmentando. Uno de los primeros clones de Java, llamado Kaffe fue creado por Transvirtual Technologies, una pequeña compañía de Berkeley, California, sóolo un mes después del debut de Java en enero de 1996.

El clon de Java de HP, llamado Chai, es una alternativa cada vez más conocida del Java verdadero para utilizar en sistemas nativos (los dispositivos interiores que permiten el funcionamiento de impresoras, teléfonos celulares, videograbadoras y otros dispositivos).

HP firmó con Siemens AG e Integrated Systems, cuyo software se usa en conmutadores telefónicos fabricados por Lucent y Nortel y cámaras digitales de Casio.

“Alrededor de 50% de los titulares de la licencia tenían proyectos con Sun”, dice James Bell, gerente general de operaciones de software nativo de HP.

En los sistemas nativos Chai funciona mucho mejor que Java, dice. “Estamos mucho más adelantados que Sun”, agrega. HP también es más barato, en algunos casos, alrededor de 50%.

HP creó Chai tomando las especificaciones publicadas de Sun para Java y desarrollando una imitación que copia a Java sin utilizar ninguno de los códigos de Sun. Este método transparente permite a HP vender Chai sin pagarle ni un centavo a Sun. “No tenemos ninguna razón para comprarles la licencia”, dice Bell.

Sun trató de recuperar los clones liberando algunas licencias. Tres empresas firmaron, pero los otros dicen que Sun no hizo los esfuerzos suficientes para ganarlos.

Sun, cuyas ventas anuales ascienden a US$ 10.000 millones, recibe alrededor de US$ 180 millones por año en derechos y royalties por Java, menos de lo que invierte en promover la norma.

Para Sun, el dinero no es tan importante como mantener la disciplina técnica. Las compañías que tienen la licencia de Java deben pasar muchas pruebas para asegurar que sus productos son compatibles con las normas de Sun.

Sin embargo, en algunas áreas, Sun no tiene tanta experiencia como sus licenciatarios. La unidad de tarjetas inteligentes que creó Schlumberger sobre la base de una tarjeta inteligente de Java, cuando volvió a Sun para la incorporación de algunos agregados no resultó del agrado de Schlumberger.

En todas partes, varias compañías rebeldes utilizan Java para aplicaciones en tiempo real. Estos programas deben correr en dispositivos de fabricación cuyas operaciones deben resultar extremadamente precisas.

Como el Java común no puede hacerlo muy bien, algunos desarrolladores han encontrado nuevas formas de mejorar el Java para que sí pueda hacerlo.

Los rebeldes tienen nombres como NewMonics y Cyberonix y están formando su propia comisión técnica para establecer una norma para Java en tiempo real. Ofendida, la gente de Sun realizó varios comentarios velados sobre violaciones a su propiedad intelectual.

Por supuesto, Microsoft disfruta con el dilema de Sun. Un juez federal dictaminó que Microsoft revirtiera los cambios realizados en el código de Java por considerarlos como una violación a los términos de la licencia de Sun. Microsoft está apelando, pero también puede abandonar Java a favor de un clon.

El software escrito en Java promete correr en cualquier dispositivo con base en un chip, desde mainframes a teléfonos celulares, permitiendo que cada cliente combine sus equipos aparentemente incompatibles.

Los programadores que ahora se ven forzados a crear varias versiones para sistemas rivales podrían producir uno que se adecuara a todos los programas. Esto prácticamente descalificaría a Windows, pues ningún programador se sentiría obligado con Microsoft para obtener los detalles del diseño.

Durante los próximos meses se especificarán los fragmentos incompatibles de Java que no amenazan a Windows. Las facciones feudales comenzaron a buscar los diseños rivales de Java.

Una docena o más de empresas, entre las que se incluye Hewlett-Packard, están impulsando sus propios clones para este lenguaje de programación que podría desestabilizarlo como plataforma unificada.

Un corrillo de pequeños jugadores comenzó a establecer sus propias normas técnicas para utilizar Java. Sun trata de impedirlo.

IBM también muestra cierta intranquilidad y presiona a Sun para que tome cartas en el futuro de Java.

Microsoft –que le dio impulso a Java comprando la licencia y que terminó en un juicio de Sun por modificación ilegal del diseño– empieza a mostrar signos de querer abandonar los clones de Java.

Todo esto sucede mientras Sun introduce la tercera gran versión de Java en los últimos tres años, un paquete más veloz y estable llamado Java 2.

Java comenzó ocupándose de pequeñas tareas –aunque de excelencia–, como el logo de movimiento completo en un aviso de una página web.

Ahora se buscan usos más serios: Saab Cars USA utiliza el Java para que sus vendedores tengan acceso a los datos de financiación y de características provenientes de una gran cantidad de sistemas administrativos incompatibles en los salones de exhibición y para que puedan visualizarlos con un simple software de browser.

Pero Java está tan preocupado por su lucha con Microsoft como por sus clientes. Sun gasta más de US$ 200 millones por año más capital de imagen en el desarrollo de Java.

Ha otorgado derechos de licencia para el potencial asesino de Windows a casi 200 compañías y ha unido a enemigos mortales (IBM, Oracle, Novell) que comparten su deseo de derribar a Microsoft.

Pero la alianza anti Microsoft no tiene bases sólidas. Sun inventó Java e insiste en dar su opinión final sobre el diseño; sus socios disgregados opinan que Java solamente podrá desarrollarse mejor si Sun delega el control.

“Java es más grande que cualquier otro tipo de compañía”, dice Patricia Sueltz, gerente general de Java en IBM, que tiene 3.000 personas trabajando en Java, tres veces más de las que tiene Sun.

Opina que Java debe ser una norma completamente “abierta” con tantos contribuyentes como sea posible en su diseño. Cuestiona los motivos de Sun: “¿Están haciendo todo este esfuerzo con el solo fin de convertir a Sun en una empresa de hardware, o lo hacen por el bien de todos?”.

Sin embargo, Baratz, de Sun, sugiere que IBM es la única empresa con un temario oculto, llevando a Java por caminos que solamente le darían una ventaja a IBM. “¿Cuál es el motivo real de IBM?”, se pregunta.

Si Sun cede la presión en Java se arriesga a la formación de versiones muy conflictivas, dice Baratz. Java se asemejará a Unix Redux: Windows le ganó al software de Unix principalmente porque Unix se fragmentó en diseños levemente incompatibles.

“Debe haber una compañía que se haga cargo de la norma”, dice un ejecutivo de Sun.

Pero Java se está fragmentando. Uno de los primeros clones de Java, llamado Kaffe fue creado por Transvirtual Technologies, una pequeña compañía de Berkeley, California, sóolo un mes después del debut de Java en enero de 1996.

El clon de Java de HP, llamado Chai, es una alternativa cada vez más conocida del Java verdadero para utilizar en sistemas nativos (los dispositivos interiores que permiten el funcionamiento de impresoras, teléfonos celulares, videograbadoras y otros dispositivos).

HP firmó con Siemens AG e Integrated Systems, cuyo software se usa en conmutadores telefónicos fabricados por Lucent y Nortel y cámaras digitales de Casio.

“Alrededor de 50% de los titulares de la licencia tenían proyectos con Sun”, dice James Bell, gerente general de operaciones de software nativo de HP.

En los sistemas nativos Chai funciona mucho mejor que Java, dice. “Estamos mucho más adelantados que Sun”, agrega. HP también es más barato, en algunos casos, alrededor de 50%.

HP creó Chai tomando las especificaciones publicadas de Sun para Java y desarrollando una imitación que copia a Java sin utilizar ninguno de los códigos de Sun. Este método transparente permite a HP vender Chai sin pagarle ni un centavo a Sun. “No tenemos ninguna razón para comprarles la licencia”, dice Bell.

Sun trató de recuperar los clones liberando algunas licencias. Tres empresas firmaron, pero los otros dicen que Sun no hizo los esfuerzos suficientes para ganarlos.

Sun, cuyas ventas anuales ascienden a US$ 10.000 millones, recibe alrededor de US$ 180 millones por año en derechos y royalties por Java, menos de lo que invierte en promover la norma.

Para Sun, el dinero no es tan importante como mantener la disciplina técnica. Las compañías que tienen la licencia de Java deben pasar muchas pruebas para asegurar que sus productos son compatibles con las normas de Sun.

Sin embargo, en algunas áreas, Sun no tiene tanta experiencia como sus licenciatarios. La unidad de tarjetas inteligentes que creó Schlumberger sobre la base de una tarjeta inteligente de Java, cuando volvió a Sun para la incorporación de algunos agregados no resultó del agrado de Schlumberger.

En todas partes, varias compañías rebeldes utilizan Java para aplicaciones en tiempo real. Estos programas deben correr en dispositivos de fabricación cuyas operaciones deben resultar extremadamente precisas.

Como el Java común no puede hacerlo muy bien, algunos desarrolladores han encontrado nuevas formas de mejorar el Java para que sí pueda hacerlo.

Los rebeldes tienen nombres como NewMonics y Cyberonix y están formando su propia comisión técnica para establecer una norma para Java en tiempo real. Ofendida, la gente de Sun realizó varios comentarios velados sobre violaciones a su propiedad intelectual.

Por supuesto, Microsoft disfruta con el dilema de Sun. Un juez federal dictaminó que Microsoft revirtiera los cambios realizados en el código de Java por considerarlos como una violación a los términos de la licencia de Sun. Microsoft está apelando, pero también puede abandonar Java a favor de un clon.

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